En días en que el calor es tan intenso que puede ser peligroso para nuestra salud, es muy importante mantener una adecuada hidratación y alimentación para no sufrir descompensaciones.

Por supuesto que lo más importante es beber una buena cantidad de agua, entre 2 y 3 litros por día serán suficientes. Puede reemplazar el agua con jugos de frutas, caldos e infusiones, pero evite  las bebidas alcohólicas y la cafeína. Recuerde que no es necesario tener sed para beber agua, es incluso recomendable adelantarse a ella.

Durante las comidas se recomienda elegir verduras crudas con alto contenido líquido como la lechuga, pepino, acelga, remolacha y zanahoria. Durante todo el día tenga disponible algunas frutas como melón, sandía, ciruela o uvas, por ejemplo. Es importante evitar las frituras durante los días de calor intenso debido a su lenta digestión.

Para evitar bajadas repentinas de presión recuerde, además de hidratarse, no hacer grandes esfuerzos en los horarios de más calor y favorecer la buena oxigenación, no fume mientras camina.