En una semana, más de 1800 personas que trabajan en PAMI se inscribieron para capacitarse en perspectiva de género con orientación gerontológica, una de las acciones inclusivas de la obra social que, en la semana que comienza, se centrarán en visibilizar las situaciones de maltrato con las que conviven muchas personas mayores en el país.
Las actividades de PAMI se enfocarán esta semana en la temática porque mañana, 15 de junio, es la fecha estipulada por Naciones Unidas como Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez.
"Es el día de la toma de conciencia, y para tomar conciencia, primero tenemos que visibilizar el abuso y el maltrato a las personas mayores", dijo a Télam, Adriana Herrero, gerenta de Género del organismo.
Parte del proceso para identificar la violencia específica hacia la vejez es aplicar perspectiva de derechos, de género y gerontológica.
"PAMI es un organismo público, no estatal, por lo que no está incluido en la obligatoriedad estipulada por la ley Micaela -de capacitación en género en el Estado-, pero la directora ejecutiva, Luana Volnovich, estableció la obligatoriedad", contó la directiva.
Por lo tanto, hace una semana iniciaron la inscripción para una capacitación online en género con perspectiva gerontológica.
"Adaptamos los contenidos en base a la Convención Interamericana sobre Derechos de las Personas Adultas Mayores. Nuestro eje es la edad, por eso el género tiene que tener perspectiva gerontológica", explicó Herrero.
El curso, que comenzará el próximo 22 de junio, está destinado al personal del PAMI de todo el país.
"En una semana se inscribieron 1800 personas. Nuestro cupo es de 2000, así que estamos muy satisfechas con la respuesta", destacó la funcionaria.
El curso es parte de un proceso de inclusión que, esta semana, se centrará "en visibilizar la violencia y el maltrato hacia la vejez, que no están vistos, mucho menos en relación a género".
"Hay particularidades. No es lo mismo una mujer en situación de violencia, que una mujer mayor en situación de violencia, con dependencia psíquica, física, emocional. Son más los posibles agresores: familiares, referentes afectivos, cuidadores, entonces ¿dónde denuncia esa mujer?", detalló Herrero.
Lo mismo sucede con los 31 femicidios de adultas mayores relevados por el informe oficial de la Corte Suprema del año pasado.
"Asumimos que hay muchas más, pero el tema es cómo están caratuladas las causas. Hay que problematizarlo. Esto existe, tiene sus particularidades. De todo esto se trata la toma de conciencia sobre el maltrato", resaltó la especialista.
También incluyó la violencia económica y patrimonial "porque se da por sentado que las y los cuidadores se tienen que hacer cargo del dinero de las personas adultas y les quitan la autonomía económica".
A la vez, aclaró que "hay muchas vejeces, no todas son iguales" a lo que sumó la interseccionalidad, un enfoque que propone el cruce entre género, clase, identidad para abordar la temática.
"No es lo mismo ser una adulta mayor blanca de clase media, que ser una adulta mayor negra o trans", ejemplificó.
En ese sentido "la inteseccionalidad nos obliga a pensar a la vejez LGBTQ+. Preguntarnos cuándo es una vejez trans, si tenemos en cuenta que la expectativa de vida de estas personas es de de 35 a 40 años.¿Cómo damos respuesta? PAMI es la obra social para personas jubiladas a partir de los 60. Hay que ponerlo en discusión para ver si hay que revisar las leyes previsionales".
Todas estas realidades "son parte de la capacitación que iniciamos. A lo que se agregan protocolos y guías que hemos elaborado en el mismo sentido para el personal, para las personas afiliadas y para quienes ahora hacen voluntariado acompañando a la vejez en cuarentena", detalló Herrero.
"En la vejez cargamos con todas desigualdades de nuestra trayectoria de vida. Ese es el contexto en el cual debemos trabajar y pensarnos", concluyó la profesional.