Radio Nacional habló con Edgardo Aló, padre de Carolina Aló, víctima del femicida Fabián Tablado, quien en el año 1996 la asesinó de 113 puñadas.

En febrero de 2020, Tabaldo salió de prisión tras cumplir su pena de casi 24 años, y la justicia le prohibió acercarse a menos de 500 metros de la familia Aló y a menos de 300 metros de sus hijas.

Hace pocas horas, el juez de Garantías Nº2 de San Isidro, Orlando Díaz, dictaminó la prisión preventiva para Tablado por violar la orden de restricción que tenía sobre su persona.

Según Edgardo, “él no estaba respetando, y violaba todas las restricciones perimetrales decretadas por la justicia. No sólo se paseaba a 150 metros de mi trabajo, sino que también estaba saliendo con sus hijas, a las que tenía prohibido acercarse, a menos de 300 metros”.

Según citó Edgardo, “al ser reincidente, y con sus antecedentes, le cabe el máximo de la pena, con lo que deberá esperar en la cárcel hasta fin de año”.

Ante las facilidades que tienen algunos delincuentes en salir de la cárcel, el padre de Carolina adjudicó que esto se debe a la ausencia de una “justicia justa, y no con jueces corruptos y fiscales corruptos”.

En esa misma línea, Aló se refirió a la corrupción en el caso de su hija, afirmando que “fue un juicio totalmente arreglado, habiendo una “decisión tomada” antes de comenzar el proceso.

“El juzgado le aplicó la puñalada N º114 a Carolina”

Gracias a los esfuerzos realizados por Edgardo, para cumplir donde la justicia no, él logró mantener recluido al asesino de su hija, dedicando su vida a los juzgados y a los jueces, para que no lo liberaran.

“A uno cuando lo golpean tanto, ya no siente nada”

Hoy Edgardo, además de mantener tras las rejas al asesino de su hija, dedica gran parte de su vida a la “Fundación Carolina Aló”, la cual brinda atención, contención, ayuda legal y psicológica a las victimas de violencia de genero y colaterales en el femicidio. Buscando concientizar sobre la problemática social de la violencia de género, dando charlas informativas, cursos y conferencias.