La guerra por la recuperación de las Islas Malvinas tuvo a muchas mujeres protagonistas. Enfermeras, instrumentadoras quirúrgicas y voluntarias. Algunas ocuparon rangos militares bajos y otras integraron la marina mercante.

Elsa Lofrano, oriunda de Río Mayo, se desempeñaba como enfermera en el Hospital Regional de Comodoro Rivadavia y fue quien oyó unos quejidos desde el interior de una de las bolsas de cadáveres que llegaban vía aérea al hospital y en un acto de mucha valentía permitió descubrir que una de ellas contenía un soldado vivo, un tal Norberto Santos, quien tenía maltrechas las piernas por el “pie de trinchera” y había sufrido la amputación de un brazo.
El testimonio de la enfermera circuló en versión digital, la familia de Santos lo leyó y se contactó con ella.
Sólo entonces se supo el final de la historia: Santos combatió en la guerra como soldado del Regimiento de Infantería Mecanizado 7. En el combate de Monte Longdon el fuego de contrabatería británico del 12 de julio de 1982 le destrozó un brazo y le produjo heridas en el vientre. Después alguien intentó rematarlo. Fue recuperado por sus camaradas, trasladado primero a Moody Brooke, luego al Hospital de Puerto Argentino y de allí en estado de coma farmacológico por vía aérea hasta Comodoro Rivadavia. En el hospital de esta ciudad –después haber sido dado por muerto- permaneció seis meses en terapia intensiva. Luego fue derivado al Hospital Militar de Campo de Mayo.
Ellos se contactaron telefónicamente, pero hasta el momento no se han encontrado cara a cara y previo a este 2 de abril, los juntamos en una entrevista que nos dejó mucha emoción, donde pudimos rememorar ese tiempo a través de sus testimonios.

Malvinas es una herida que duele, pero que ha dejado Historias de Vida que el tiempo no podrá borrar, ni la distancia separar
Desde el área de géneros recordamos la tarea humanitaria y comprometida, muchas veces invisibilizada, de aquellas mujeres que prestaron servicio y dedicación

Informe: Stella Maris Rios
Producción: Paloma Columba