NORTE GRANDE CHACO

"Este álbum es una cajita negra de la música de mi infancia y adolescencia"

Tarde de viernes con  Mariana Mazú, cantante nominada a los premios Gardel 2021 por su disco "La Bella Indiferencia". En charla con NORTE GRANDE señaló que está "muy agradecida y que es una emoción muy grande compartir terna con Carolina Minella, otra mujer enorme. Este es mi primer álbum y ha sido una sorpresa la nominación".

 

 

 

 

"El título del álbum tiene que ver con los dos mundos que me atraviesan como la música y el psicoanálisis. Soy psicóloga y cantante, la música ha tomado más fuerza estos últimos años. La Bella Indiferencia es un término psicoanalítico para negar la despreocupación ante síntomas graves. Hay una canción que se llama La Negadora y habla de eso, de cómo negamos sentimientos, que sufrimos y que vamos dejando cosas por el camino. No es un calificativo que dice que la indiferencia es bella, trabajando en hospitales me doy cuenta que no es nada linda la indiferencia", dijo.

La artista explicó que no son incompatibles la música y la psicología. "Soy inquieta y me gusta diversificar. La música atraviesa todos los planos, por lo menos de mi vida, y termina siendo un elemento de sanación y para compartir con ciertos pacientes. Siempre trabajé con las personas que están en los márgenes de la sociedad La música no es incompatible, porque siempre acompaña las luchas y los reclamos. Tienen mucho de compatibilidad el arte y el psicoanálisis porque somos humanos"

Recordó que su papá era "muy tanguero de clase trabajadora y cantaba las 24 horas y era un modo de resolución de conflictos en casa agarrar una guitarra y cantar. Me doy cuenta hoy, que soy mamá de dos adolescentes, que utilizo mucho ese mecanismo. El cantar y el humor. Me crié mucho con músicos, mi papá tenía muchos amigos. Rubén Juárez iba a casa a cantar y yo no sabía quién era él artísticamente, era un amigo de la casa. Aprendí el tango como a nadar, cosas que son propias del campo y no son tan usuales en Buenos Aires".

Sobre el disco dijo que es "una cajita negra de la música de mi infancia y la adolescencia. Es tango por papá y mamá y son Fito Páez y Sabina por mis primos y amigos. Me gusta esa cosa de meter el tango en el mundo de gente que no conoce el tango. Combinar esas cosas me parecen buenísimas".

Y agregó que ve gente muy talentosa y joven escribiendo cosas nuevas muy innovadoras dentro del tango. "La mejor forma de acercar el tango a las nuevas generaciones, es compartir con los demás. Cuando uno desprestigia lo que hace otro nos empobrecemos", sostuvo. "Mis hijos y mis amigos me ayudan mucho en ese enriquecimiento musical que abre corazones y que se expresa de distintas formas como rap, trap, folklore, rock o tango".