Por Fabián Codevilla

La pelea más importante de los últimos años para el boxeo argentino y de su vida para Brian Castaño, terminó siendo manchada por un jurado localista que vio empate en la victoria holgada del argentino. La unificación de la categoría Superwelter se vio opacada por la desidia y la vergüenza.

No hay discusión alguna ni duda que pueda objetar la gran pelea del nacido en Isidro Casanova, su trabajo fue, desde el inicio, con una superioridad que se acrecentó con el correr de los rounds ante un Charlo que se vio sorprendido y avasallado por el “Boxi” que se lo llevó por delante y realizó un combate notable.

Es cierto que el estadounidense pudo salir del asedio y la golpiza que le propinaba el oriundo de la Matanza en el décimo round, conectar allí su mejor golpe, dejar sentido a Castaño que mareado y aturdido pudo aguantar hasta el final del asalto y que los últimos dos capítulos del combate, pactado a 12 vueltas, fueron de “toma y daca”, pero nada hacía suponer el desenlace, lo que las tarjetas deparaban, el fallo dividido y vergonzoso que terminó arrojando un empate que solo pudo originarse en la mente de quienes, aparados en la localía del norteamericano, podían otorgar.

Las polémicas tarjetas de la pelea arrojaron 114 a 113 para Castaño, 117 a 111 para Charlo y 114 a 114, de esta manera cada uno mantuvo los cinturones que habían puesto en juego, Charlo los de las AM, CM y FI y Brian el de la OMB.

El tiempo, los intereses y el dinero en juego dirán si la revancha es posible.

Después de observar el bochornoso ultraje al que fue sometido el argentino, dicha revancha debería darse en forma automática, no queda ninguna duda al respecto.

Etiquetas: boxeo, Brian Castaño