María Angélica Kees, ingeniera agrónoma y presidenta de la Comisión Organizadora del II Congreso Argentino de Agroecología a realizarse en octubre en Chaco, dialogó con NORTE GRANDE sobre las tareas que se realizan camino a ese encuentro. Como parte de esas acciones, se lleva adelante, desde el 26 de julio al 1 de agosto, la Semana Continental de las Semillas Nativas y Criollas.

"Las semillas son un patrimonio biocultural de América. Y siguen caminando los territorios a pesar de la pandemia. Por eso tenemos la canasta viajera, desde Misiones hasta llegar al Chaco el 13 de octubre, cuando se inicie el II Congreso de Agroecología. Nos preparamos para él con mucha emoción. Vamos entrelazando saberes hacia el buen vivir", indicó.

La ingeniera afirmó que es necesario plantear el debate respecto del modelo productivo actual, uno que priorice la soberanía alimentaria, los mercados locales, la salud del suelo, del agua y de las personas. El modelo actual produce commodities que van a la exportación pero cuestan millones de hectáreas de desmonte y borra la matriz forestal de los territorios. "Eso nos lleva a la concentración de la tierra y a la migración forzada de población rural que podría estar construyendo patria y termina en espacios periurbanos. Eso permite que pocos ganen mucho dinero y muchos paguemos los costos", lamentó.

María Angélica también se refirió a la militancia por la sabiduría ancestral y a la instalación de la temática en las agendas y en los glosarios de lo cotidiano. "La agroecología propone la reproducción del capital socio cultural que nos permitirá vivir cada día mejor", dijo.

Y concluyó con la importancia de contar con una ley de semillas, "el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra considera que la semilla es propiedad de los pueblos. Pero hay intereses hegemónicos que pugnan por la propiedad intelectual de las mismas. Nuestra ley no frena las investigaciones, aunque haya quienes dicen lo contrario, y es así que tenemos las semillas que tenemos. Por otro lado, debemos fortalecer el camino que ya está marcado por la ley nacional de reivindicación histórica de la agricultura familiar que prevé que tengamos centros de producción y protección de las semillas nativas y criollas".