Hoy en Plaza de Mayo se espera que el Gobierno nacional realice un relanzamiento de su gestión. Para ello fue convocado, con anterioridad a las elecciones generales, un acto por el Día de la Militancia -o del militante, o del militante peronista, no quiero entrar en polémicas- que se espera sea masivo. Se habla de más de 100 mil personas. El único orador será el presidente de la Nación.
La marcha a Plaza de Mayo es organizada por la CGT y los movimientos sociales, que ya habían convocado a marchar luego de conocida la carta de Cristina Kirchner que provocara un terremoto en el Gobierno, con posterioridad a las PASO. En aquel momento el presidente les pidió que la suspendieran y así lo hicieron.
Hoy la situación parece ser otra. Después de conocidos los resultados de las generales, más allá de haber perdido en el promedio del país y en los distritos más grandes, la remontada en la provincia de Buenos Aires y la persistencia de cierta paridad en las cámaras del Congreso a partir del 10 de diciembre, hicieron que los ánimos cambiaran. También influyó cierto exceso de optimismo, o de avaricia, de la oposición que, en sus versiones dura y blanda, anunciaban que irían por la presidencia de la Cámara de Diputados o calificaban de “transición ordenada” a los dos años que quedan de mandato.
Hoy, tras el moderado alivio, en el Gobierno parece haber vuelto cierto grado de entusiasmo. No faltan quienes traducen eso en apuestas concretas: “ni loco es un resultado que lo deja sin chances para una reelección en 2023”, dijo Anibal Fernández, ministro de Seguridad, sobre el futuro del presidente.
A esto se suma cierta distensión en la coalición de gobierno. Esta tarde, en el escenario estará el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, el de Chaco, Jorge Capitanich -quien logró dar vuelta el resultado en su provincia- y el de Tucumán, Osvaldo Jaldo. La agrupación La Cámpora anunció que estará presente junto a la CGT y los movimientos sociales, descalificando cierta prédica mediática que pretende mostrarlos siempre enfrentados. “Con Máximo Kirchner charlamos permanentemente”, dijo ayer Emilio Pérsico. La palabra que más se va a escuchar esta tarde, probablemente sea “unidad”.
Algunos apuntes sobre el día de hoy:
- Desde la oposición, Horacio Rodríguez Larreta tuvo ayer señales de acercamiento al diálogo convocado por el Gobierno nacional: dijo que “no hay transición porque hay un gobierno electo”. También tuvo críticas para el gobierno por el acto de hoy: “no asumen la derrota”, afirmó. La interna que se viene, o que ya está, en Juntos, después de las elecciones, es tan indisimulable que hasta el diario La Nación se está ocupando de ella. Acaso como una forma de hacer control de daños, o de intervenir en la misma.
- El Gobierno prorrogó hoy hasta fin de año las sesiones ordinarias del Congreso, lo que permitirá que este continúe con el tratamiento de distintos proyectos, sin un temario fijado desde la Casa Rosada. La decisión es interpretada como un gesto a la oposición.
- Según fuentes del Gobierno nacional, un tercio de la población cree que la deuda con el FMI la tomó este gobierno, el actual. Así se fue a votar el domingo pasado. Con ese grado de conocimiento de una realidad tan concreta como que se trata de 45 mil millones de dólares que condicionarán el plan económico plurianual que el Congreso deberá discutir en los próximos meses, para no menos de cinco años.
- Este año habrá un sobrecumplimiento de por lo menos un punto en el déficit que el Gobierno se fijó en el Presupuesto 2021. Esto constituye un activo a la hora de sentarse a discutir con el Fondo, para quien cada punto de ahorro es plata destinada al pago de la deuda. Paralelamente, según el INDEC, hay en la Argentina 19 millones 200 pobres, de los cuales 4 millones y medio son indigentes. Es decir, personas de carne y hueso, que en la diaria no llegan a juntarla para poder
Postales de la Argentina, en el Día del Militante.
Editorial de José Luis Ferrando, licenciado en Comunicación Social, periodista de LT14 Radio Nacional Paraná.
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