Argentina entró la noche del martes en conmoción por un intento de magnicidio contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Un hombre apuntó con un arma e intentó gatillar a centímetros de la cabeza de la Vice cuando saludaba a sus partidarios apostados en las puertas del edificio en el que reside, en el barrio de Recoleta, en la ciudad de Buenos Aires.

El hombre ya se encuentra detenido. Fue identificado como Fernando Montiel Sabag, brasileño de 35 años, con residencia en Argentina desde 1995, y con antecedentes penales que no trascendendieron.

Se le secuestro un arma semi automática, antigua con cinco balas en el tambor.

El ataque, sin precedentes en esta etapa de la democracia argentina, mereció el inmediato repudio de ministros, legisladores, encumbrados dirigentes políticos tanto de la oposición como el oficialismo. También sindicatos y personalidades de distintos sectores, que pidieron el esclarecimiento del caso.

A nivel internacional, manifestaron su apoyo a la vicepresidenta Lula Da Silva, Evo Morales, Nicolás Maduro, el embajador de EE UU en Argentina, Mark Stanley.

En el trascurso de la noche, el presidente Alberto Fernández habló en cadena nacional y repudió el intento de magnicidio.

En su alocución, indicó que el atentado fue el hecho "más grave que ha sucedido desde que hemos recuperado democracia".

"Merece el más enérgico repudio de todos los argentinos y de todos los sectores políticos porque estos hechos afectan la democracia", dijo el Presidente.

También convocó "a todos los argentinos, a los políticos y a los medios a rechazar cualquier forma de violencia”.