Carlos Loza, quien estuvo preso en un rincón de la ESMA conocido cómo "Capuchita", dónde se llevaban a cabo torturas, se refirió a lo que vivió allí y la forma en la que se sigue llevando adelante la memoria de sus compañeros.

En este sentido explicó: “Nosotros estuvimos en 'Capuchita' y ahí conocimos a Hérnan Abriata que estaba también encapuchado, con grilletes y esposas”.

“El día que nos trasladaron el estaba ahí, nos dijo que él era un preso como nosotros, y que nosotros íbamos a salir en libertad porque teníamos capucha blanca”. “Era habitual que cuando uno tenía capucha blanca se de así, aunque no en todos los casos” explicó.

“Los que somos sobrevivientes tenemos un compromiso eterno con la memoria de los compañeros” resaltó.

“A partir de esa palabra de aliento nosotros nos interesamos por la situación de Hérnan, yendo y establecemos una conexión con la familia y nos comprometimos independientemente con lo que sucediera en nuestro futuro siempre íbamos a tener ese compromiso y si teníamos algún hijo varón se llamara Hérnan, los tres tuvimos un hijo varón y ahí están los tres Hérnan” contó.