El organismo oficial que mide el índice de inflación en Argentina (INDEC) informó que durante abril el índice alcanzó el 6 por ciento. Un dato celebrado en el gobierno del presidente Milei.
La inflación sigue siendo, en todas las encuestas de opinión, el principal problema para los argentinos. Un hecho que aún no se refleja en la mejora del poder adquisitivo del salario, y en una baja del costo de vida.
Si bien la tasa publicada por el Indec es altísima para cualquier economía, en el contexto argentino, supone el cuarto descenso consecutivo desde el pico de diciembre (25,5%) y la primera vez que cae por debajo de los dos dígitos en seis meses.
Además, se consiguió a pesar del incremento del 35,6% de la división “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles”, la que refleja el impacto de las tarifas en el índice general, se destacó en forma oficial.
La contracara es la profunda recesión en la que se está hundiendo la economía. Un pozo que se puede ver en la fuerte caída en la actividad general, con ventas que caen, en algunos casos, más del 20% en la comparación interanual.
La consecuencia casi inmediata de la recesión es el desempleo, que por ahora no se advierte en los números de Indec porque tienen rezago, pero que ya se advierte en desvinculaciones puntuales en distintos sectores.