TRAGEDIA EN LA CUESTA

Padres visitan el lugar, buscando paz y piden medidas de prevención

Roque Arias, es el papá de Valentina, una de las 15 víctimas del terrible accidente de La Cuesta de los Terneros. Él y su padre, Miguel Arias están en San Rafael. El objetivo de esta visita, de la que también forma parte Daiana Bauzá, sobreviviente al vuelco, quien perdió a su hija Maité, de 8 años, es construir una ermita donde se evoque la memoria de quienes perdieron la vida el domingo 25 de junio. No obstante su propósito es mucho más ambicioso, dado que ambos sostienen que algo debe hacerse, para evitar que se repitan tragedias viales.

En diálogo con LV4, desde el lugar del accidente, Roque dijo que “estamos acá, tratando de poder llevar esto. Les agradecemos a todos lo mendocinos y a ustedes por darnos la posibilidad de hablar, para decir lo que sentimos y lo que estamos pasando en este momento”.

“La mamá de Maité llegó anoche y ella como yo hemos venido para poder encontrar paz, al estar en el lugar. Es un momento difícil, te pasan miles de cosas, llorás, reís, te pasan un montón de cosas. Lo importante es que esto nos tiene que dejar una enseñanza. Vine acá apenas llegué y subí y bajé la cuesta más o menos 30 o 40 veces tratando de encontrar lo que venía a buscar. Una de las cosas que encontré es que en este lugar pasan muchos accidentes. Capaz que ustedes están acostumbrados a subir y bajar la cuesta, pero la mayoría de los accidentes le pasan a turistas. Esto es hermoso, esos 6 kilómetros de la cuesta te distraen. La mayoría el 99% no respeta las velocidades y en un segundo de distracción, mirando un cerro, y cuando volves la vista al carril, puede venir una auto y pegás un bolantazo y te vas al precipicio y podes poner en peligro la vida, por no prestar atención y podes causarle un daño a una persona que era precavida y venía con su familia”.

Lo que Arias propone es “hacer algo, incentivar a la gente de Mendoza, con quienes estoy tan agradecido. Hay que dejar una enseñanza, como padre no quiero que este dolor lo pase nadie más. Acá hubo una falencia, hubo un error. Sé que el conductor o no conocía o no conduzco como debía hacer. Tenía que ser un poco más consiente. Pero qué podemos hacer. La vida de mi hija y la de los otros chicos no nos la va a devolver nadie”.

“Estamos a 1000 kilómetros de Buenos Aires. Viene a buscarla, a averiguar qué pasó, cómo era el lugar, cómo era el cerro y entonces me he enterado que la realidad era otra, que la gente, en una actitud de solidaridad no salía de su casa para no entorpecer a las ambulancias. Un montón de gestos que nos han hecho bien y estamos agradecidos”.

Arias agradeció las actitudes de los sanrafaelisnos. Le devolvieron los anillos de oro de su hija, su Iphone, la billetera con todo su dinero.

“La gente colaboró y uno encuentra paz, porque sabe que las cosas se hicieron bien, más allá de lo que pasó con el chofer del colectivo. Ahora quiero interiorizarme del caso judicial, ver el expediente. Ahora tiempo es lo que sobra, lo que quiero encontrar es una enseñanza, se perdieron 15 vidas”.

Arias mencionó que ha estado acá una semana “y no he visto un solo patrullero en la Cuesta, quisiera que vieran en el cerro la velocidad, no sé si foto multa o un puesto de control. La gente no quiere al prójimo. Eso es una obligación que tiene el gobierno de la provincia”.

Daiana Bauzá contó que “habíamos pasado un fin de semana hermosa y de repente nunca te vas a imaginar que algo así puede pasar. Mi hija me decía que no se quería ir. Acá estoy, buscando una respuesta. Es terrible el dolor de ya no tener a tu hija, abrazarla y besarla. No sé quién es el responsable, pero sé que los hay. Me mantengo fuerte para tratar de buscar una solución, sea quien sea el que se tenga que hacer cargo. Me quitaron lo más sagrado y nada me lo va a devolver, pero no quiero que nadie más tenga que pasar por esto. Tener que armarte y volver al lugar donde tu hija perdió la vida es muy fuerte. Y al volver al lugar, seguís con el miedo de que vuelva a pasar”.

Daiana aseveró que “no tiene que volver a pasar, no puede ser en vano. Ella me va a ayudar. No sé qué le pasó al chofer, si se quedó sin frenos o perdió el control. Cuando me desperté, estaba atrapada”.

“Acá siguen subiendo micros, no sé si este circuito está preparada. Mi hija tenía 8 años, era todo en mi vida y no la tengo. Estamos a un mes y en un par de meses todo va a quedar en la nada. Tengo bronca, dolor, odio, impotencia y no quiero que esto quede en la nada. Hasta el último día de mi vida voy a tratar de que esto no vuelva a pasar. Pudo haber sido un accidente, pero creo que se pudo prevenir. Deberían poner carteles, avisando de la posibilidad de foto multas, que sean severas.

“Perder un hijo te hace sacar fuerzas de donde no tenés, para hacer algo. Hagamos algo para que esto cambie y agradezco los gestos de generosidad que tuvieron para con nosotros”.



Etiquetas: , ,