La Cámara de Casación N°1 de Paraná resolvió por unanimidad rechazar el recurso de casación interpuesto por la defensa del sacerdote Justo José Ilarraz, por lo que confirmó la sentencia que en mayo de 2018 lo condenó a 25 años de prisión por corrupción de menores. María Inés Barzanti, de la ONG ASI Basta, dijo que se decidió mantener la prisión preventiva domiciliaria con tobillera electrónica hasta tanto la condena quede firme. “Esto es un paso muy importante para que la impunidad de la que gozan muchos de estos abusadores, se vea frenada”, expresó.