RAE ARGENTINA AL MUNDO

A 71 años de la muerte de Eva Perón

 

 

 

 

 

Este 26 de julio se cumplen 71 años de la muerte de Eva Duarte de Perón, una figura ineludible en la historia político-social de Argentina; y que hasta la fecha sigue marcando posturas apasionadas y encontradas.
Su trascendencia es mundial al punto que se creó una controvertida ópera rock en inglés con su nombre, se filmaron cientos de películas, y escribieron igual cantidad de libros y ensayos que intentan, desde la mirada extranjera, aprehender el “fenómeno Evita”.

Este miércoles, todo el arco político que nuclea al peronismo realizará diversos homenajes en todo el país; así como movimientos sociales que se referencian en su figura.

Su muerte, a causa de un cáncer demoledor, fue anunciada en cadena nacional a todo el país por la Radio del Estado. Moría la “abandera de los humildes”, la mujer “detrás de Perón” aunque ella fuese la clave en sus acciones, discursos y tarea social para el crecimiento y consolidación de un programa de bienestar y ascenso social como no se dio en otro momento de la historia argentina.

 

 

 

 

(…) Cumple la subsecretaría de información de la Nación el penosísimo deber de informar al pueblo de la República que a las 20:25 horas, ha fallecido la señora Eva Perón, jefa espiritual de la Nación (….)

Eva había llegado no sólo para consolidar el poder de Perón a nivel nacional sino también llevaba barcos con trigo y alimentos para una Europa devastada por la guerra. Su trascendencia internacional llegó así después de esa gira contada por la mini serie española “Carta a Eva”, un recorte por fuera de la Argentina de la figura de la mujer más trascendente de la historia del país.

Terminada la Segunda Guerra Mundial, España que no había participado, (aunque no oculto su simpatía por las potencias del Eje) había quedado en el bando de los perdedores. Como castigo, Estados Unidos e Inglaterra establecieron un fuerte bloqueo comercial que le generó una enorme escasez de alimentos.

El peronismo recién llegado al poder sostenía la “tercera posición”, sin alinearse en ninguno de los bandos. Perón consideraba que, si se permitían sanciones o una intervención militar en España, una excusa similar podría ser utilizada contra Argentina.

En este contexto, Francisco Franco invitó a Perón a visitar España en 1947. El canciller Bramuglia evaluó que una visita de Perón sería tomada como una abierta provocación a los EE. UU. Perón decidió entonces mandar a su esposa y ampliar la gira a Portugal, Francia, Italia y Suiza para no quedar encorsetado en la visita a una España gobernada por un gobierno de facto-militar clerical.

La “Gira del Arco Iris” fue un viaje de 79 días de Eva Perón, por España, Italia, Suiza, Francia, Portugal, Mónaco, el Vaticano, Brasil y Uruguay.

La comitiva que la acompañó estaba formada por Lilian Lagomarsino de Guardo, Juan Duarte, el empresario amigo de Perón, Alberto Dodero, y Emilio Abras, encargado de la relación con la prensa. Se sumaron dos religiosos: Hernán Benítez y Pedro Errecart.

Al mismo tiempo, el bloqueo abría a la Argentina la posibilidad de colocar alimentos que esos años tuvieron producción extraordinaria en el campo argentino. Se vendieron 400 mil toneladas de trigo, 120 mil de maíz, 20 mil de carne congelada. Al año siguiente Perón otorgó un crédito de 400 millones de dólares pagaderos a cuatro años y también le aseguró a España la provisión de trigo hasta 1951.

 

 

 

 

(…) La noche de Madrid se enciende y se ilumina en honor a una ilustre viajera, embajadora extraordinaria de su país y huésped de honor de la ciudad. Durante el día triunfan los colores celeste y blanco de la bandera argentina, con el rojo y gualda de la bandera española (…) se celebra el homenaje que las provincias españolas rinden a la excelentísima señora doña Eva Duarte de Perón, esposa del presidente de la República Argentina (…)

Trescientos mil españoles recibieron a Eva Perón. En la recepción fue condecorada por el gobierno y se dirigió al público hablando de los derechos laborales y de las mujeres, poniendo en apuros en esta oportunidad y en muchas otras, a los funcionarios del gobierno de Franco, que tenía una política muy distinta al peronismo.

Eva salteó el protocolo reiteradamente, realizó varias visitas a los barrios más humildes. Fue llevada a ver una corrida de toros y no disimuló su desagrado calificándolo de “un acto de barbarie”.

En esta visita tuvo un incidente con Carmen Polo, la esposa de Franco. Así lo recordaba Eva ya en Argentina: “A la mujer de Franco no le gustaban los obreros, y cada vez que podía los tildaba de rojos porque habían participado en la Guerra Civil. Yo me aguanté un par de veces hasta que no pude más, y le dije que su marido no era un gobernante por los votos del pueblo, sino por imposición de una victoria. A la gorda no le gustó nada”.

El temperamento impetuoso era su sello. El mismo con el que fue la punta de lanza de las reformas sociales que Perón implementó en su primer período de gobierno, cuando las mujeres accedieron al voto; los obreros a jornadas laborales de 8 horas; a viviendas dignas; y vacaciones pagas.

Durante esas tres semanas en el país, dio un discurso al pueblo español desde Madrid:

 

 

 

 

 

(…) en el trigo que con tanto amor cultivaron los descamisados de mi pueblo, les traigo el mensaje de amor, de solidaridad y de hermandad con el abrazo cariñoso de un pueblo grande a otro pueblo grande (…) sepan obreros españoles que mientras en nuestros trigales haya una espiga, esa será compartida con vosotros (….)

El Partido Comunista con filiales en toda Europa, se encargó de montarle una campaña de desprestigio y conflictos a su paso debido a la asociación que se hacía del gobierno de Perón con el nacionalismo español, el nacionalsocialismo alemán y el fascismo italiano.

En España, los miembros del Partido Comunista explotaron una bomba en la puerta de la embajada argentina. Franco ordenó varias ejecuciones entre ellas la de la militante comunista Juana Doña Jiménez, por quien su hijo pidió clemencia a Eva en una carta.

De acuerdo a las crónicas españolas, Eva recibió la carta del niño de seis años: “Señora Eva Perón, por favor, a mí me han fusilado a mi padre y ahora van a fusilar a mi madre. Necesito que me ayude. Se llama Juana Doña, está en la cárcel de mujeres y Franco la quiere matar. Firmado: Alexis Jiménez”.

Eva se perturbó y se preocupó por la vida de esa mujer. Le ordenó al embajador que pida formalmente el indulto de Juana Doña Jiménez. Luego de presionar durante varios días, se consiguió que Franco le conmute la pena de muerte por 30 años de prisión. Sus camaradas, en cambio, fueron fusilados el 28 de agosto.

 

 

 

 

(…) y cuando el juez me dice ´oiga Ud ¿A Usted no le da ninguna alegría que la hayan conmutado?’. ´
- Y dije: ´¿Y mis compañeros? ¿Qué ha sido de ellos?´.
- ´Han sido fusilados esta madrugada´.
- ´¡Pues no señor!¡ No me da ninguna alegría!´” (…)

Juana Doña salió en libertad, y nunca estuvo en contacto con Eva. Viajó a Francia y fundó el “Movimiento por la Liberación e Igualdad de la Mujer”. Escribió varios libros: “Mujer”, “Desde la noche y la niebla”, y otros.

Continuó con su actividad política en el Comité Central del Partido Comunista Español. Falleció el 18 de diciembre de 2003 en Barcelona, a los 84 años.

 

 

 

 

Producción: Silvana Avellaneda
Web: Julián Cortez