Este 7 de julio se cumplen 100 años del nacimiento de Eduardo Falú, uno de los padres musicales de la Argentina. Sus composiciones lograron posicionar el folclore local a nivel mundial al mismo tiempo que su impronta, fue inspiración en generaciones no sólo del género del folclore sino también del rock y el tango.
Falú nació en el Galpón, pequeña localidad del departamento de Metán, en la provincia de Salta, en el extremo norte de la Argentina. Sus padres, inmigrantes sirios, tenían un almacén de ramos generales en donde Falú logro entrar en contacto con los habitantes del campo profundo, criollos, indios que llegaban hasta el lugar para hacer sus compras.
Así comenzó a tocar la guitarra de forma autodidacta, hasta que sus padres decidieron mandarlo a la ciudad de Salta para que estudiase y perfeccionase tu técnica.

(…) andábamos siempre con los caballos. Ya desde los diez años andaba en pelo con los amigos, íbamos hasta el río Juramento para darles agua, para bañarnos nosotros (….). Cuando nos reuníamos charlábamos sobre ilusiones, fantasías… qué seremos nosotros…. Jamás me imaginé que iba a ser músico.
Con la composición de clásicos como “Zamba de la Candelaria”, “Tonada de un viejo amor”, “Milonga del alucinado” y “Vidala del nombrador”, y de obras como Trémolo, la Suite Argentina y la Suite Norteña, Falú contribuyó de manera decisiva a la construcción del cancionero argentino, a la vez que a la disolución de los límites entre el universo folclórico y el académico.
Sus composiciones junto a poetas de la talla de Jaime Dávalos y Juan Manuel Castilla lograron con simpleza y profundidad, cantarle a una Argentina que se desconocía para una inmensa mayoría, especialmente, en la zona de las metrópolis de la pampa húmeda inmigrante. Falú le ponía música y voz a las empleadas domésticas, niñeras, mozos, los albañiles que llegaban a las ciudades para trabajar desde el norte empobrecido.

En 1945 llegó a Buenos Aires en donde realizó numerosas presentaciones, y logró instalarse como referencia del folclore argentino desde las emisiones de Radio El Mundo (actual LRA1- Radio Nacional Buenos Aires).
Fue uno de los artífices que impulsaron durante los ‘50 y los ‘60 una expansión de los alcances de la música folclórica, que como declaraba él mismo en 1961, “había sido adoptada por el pueblo”.

(…) yo me fui a Buenos Aires y volvía cada tanto (a Salta). El centro de todo era y sigue siendo Buenos Aires. Sigo siendo provinciano y provinciano de Salta en mi modo de vivir y en mi modo de actuar (…) Radio El Mundo fue la más importante porque fue lo mejor. El que entraba ahí era conocido por todo el mundo. Ahí fue donde me inicié en Buenos Aires (…)
Sus presentaciones en los Estados Unidos, la Unión Soviética, Francia, Japón, España, Inglaterra y en casi toda Europa, como gran parte de América Latina, proyectó la música folclórica argentina al mundo. Y la de Falú tomaba terrenos menos explorados, que se tradujeron en obras como “José Hernández”, en sociedad con Jorge Luis Borges, y “Romance de la muerte de Juan Lavalle”, junto a Ernesto Sábato, y varias décadas después, en sus suites Argentina I y II, además de la Norteña.

Falú logró desde el ascetismo de sus presentaciones, desbordar emociones y música universal sólo con su guitarra. Logró elevarla como centro de la interpretación, la representación del hombre que canta su tierra que nace de cada acorde.
Recopiló e hizo famosa con su arreglo para guitarra, la zamba tradicional "La cuartelera", nacida en el siglo XIX en los campos de batalla argentinos. A la par, era un apasionado por la música clásica que lo llevó a componer suites y movimientos pero con la musicalidad del folclore.
Fue Premio Konex de Platino 1985 como Instrumentista de Folklore.3 En 2015 recibió con carácter póstumo un nuevo Premio Konex, el Diploma al Mérito en la disciplina Instrumentista.
Como un homenaje en vida, fue inaugurado el 16 de abril de 2011 (durante el 429 aniversario de la fundación de la ciudad de Salta) un anfiteatro en su honor.
Falleció el 9 de agosto de 2013 en Buenos Aires, a los 90 años. Sus restos descansan en el Panteón de la Sociedad Argentina de Autores y Compositores en el Cementerio de la Chacarita.

Produccion: Silvana Avellaneda
OP: XXX
Web: Julián Cortez