Boca Juniors accedió anoche, no sin angustia, a las semifinales de la Copa Argentina, en las que se cruzará con Vélez Sarsfield, al superar a Gimnasia y Esgrima La Plata por 2 a 1 en una definición por penales en la que el arquero “xeneize” Leandro Brey atajó cuatro de los cinco que lanzaron, luego de empatar 1 a 1 en los 90 minutos regulares.
El encuentro se jugó en el estadio de Newell’s Old Boys, donde al comienzo del complemento los hinchas boquenses quisieron invadir los espacios de los aficionados de Gimnasia con intenciones de agredirlos, pero fueron contenidos por el propio presidente de la institución, Juan Román Riquelme, que se metió en la tribuna acompañado por Mauricio Serna.
Boca, que ganaba 1 a 0 desde los 10 minutos del primer tiempo por un gol de cabeza de Aaron Anselmino, se vio superado por Gimnasia después de esa instancia y por el juego aéreo también consiguió llegar a la igualdad.
Un córner desde la derecha de David SaIazar y una salida fallida de Brey terminó rebotando en la cabeza de Pablo De Blasis y derivando en la red del arco boquense, cuando transcurrían 20 minutos del complemento.
De allí en más el partido estuvo para los dos, porque entonado por esa paridad Gimnasia se fue a ganarlo en los 90 minutos, impulsado por la numerosa parcialidad “tripera” que llegó hasta el estadio Marcelo Bielsa.
Y como Boca obviamente no podía ser menos, salió en busca de lo que tenía hasta promediar ese segundo tiempo, aunque para entonces ya no estaba en el campo Edinson Cavani, reemplazado por Guillermo “Pol” Fernández cinco minutos antes.
Y así, aunque ambos quisieron, se quedaron en esas buenas intenciones, porque les faltó la claridad necesaria como para subirse a semifinales en los 90 minutos.
En ese lapso los boquenses, que llegaron a Rosario con el pedido de disculpas de Cristian Medina (fue al banco) al técnico Fernando Gago, porque había pedido no jugar luego de que el club rechazara una nueva oferta para contratarlo de Fenerbahce, de Turquía, perdieron también a otro jugador pretendido desde Europa, en este caso por el Hoffenheim alemán, como Kevin Zenón (ingresó en la segunda etapa), por un fuerte golpe en tobillo izquierdo.
Y las ausencias de ambos le quitaron creatividad y juego a Boca en la media cancha, algo que necesitaba en ese tramo final del encuentro para poder ir nuevamente en busca de la victoria.
Entonces todo quedó como al principio, con una igualdad justa por el desarrollo, y todos mirando al banco de suplentes “xeneize”, donde un “especialista” como Sergio Romero miraba con gesto impávido.
Pero apenas terminó el partido, “Chiquito” corrió para aconsejar al chico que le quitó la titularidad, el ex arquero de Los Andes que, si le hizo caso, fue el mejor alumno que pudo haber tenido.,
Es que salvo el primero lanzado por el mencionado De Blasis, después todos los que siguieron fueron contenidos por sus manos firmes. Y vaya si hicieron falta esas cuatro atajadas, porque otra vez Miguel Merentiel falló el suyo y Milton Giménez lo estroló en el travesaño.
Boca no la tendrá nada sencilla la semifinal, porque se le viene nada menos que el líder de la Liga Profesional, Vélez Sarsfield.
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