El viceministro de Medio Ambiente de ese país, Magin Herrera, informó que se realiza el recojo de hasta 13 mil toneladas de desechos contaminantes que cayeron a los afluentes del río Pilcomayo tras la rotura de un dique de colas de minería. Distintas fuentes alertaron de un alto daño ambiental en la zona y río abajo; sin embargo, el oficialismo minimizó el impacto con base en datos recientes.

El 23 de julio, un dique de colas de minería localizado en Agua Dulce, al suroeste de Potosí, se rompió. Los desechos mineros, entre los que habría plomo, cianuro y mercurio (según reportes de prensa), cayeron a afluentes del río Pilcomayo.

Estas instalaciones son operadas por la Federación Departamental de Cooperativas Mineras (Fedecomin) Potosí, que aún no se pronunció sobre lo ocurrido.

La asambleísta departamental Azucena Fuertes calificó lo ocurrido como "el mayor desastre ambiental" de los últimos años. No obstante, el viceministro Herrera minimizó el impacto ambiental. Dijo que en una inspección de 31 kilómetros a lo largo del afluente no se encontraron seres vivos que hayan resultado afectados.

Al mismo tiempo, Herrera dijo que se tomaron muestras del agua y se encontró que la contaminación se da en las cercanías del dique, pero no así kilómetros más abajo, donde el agua estaría purificándose alcanzando niveles aptos para el riego de cultivos.

Lo mismo señaló el viceministro de Cooperativas Mineras, Mauricio Guzmán, quien expresó que la emisión de contaminantes ya fue controlada.

"El nivel de contaminación no es alarmante; el agua contaminada está apta para riego", dijo.

Asimismo, Guzmán añadió que "toda esta gestión que nos queda nos vamos a dedicar al tema medioambiental". Para ello, a través de un decreto, buscará que se amplíe las atribuciones de su viceministerio para monitorear y "coadyuvar" en la regulación en materia ambiental de las cooperativas mineras.

Por otro lado, la Fiscalía investiga a representantes de la Fedecomin Potosí por daño ambiental y atentado a la salud pública. A esta acción se sumaron gobernaciones y el Ministerio de Medio Ambiente.

El Ministerio de Medio Ambiente enviará, a través de la Cancillería, información sobre la contaminación en los afluentes del río Pilcomayo a la Argentina y Paraguay, informó ayer el viceministro de Medio Ambiente, Magin Herrera.

La autoridad indicó que si bien hay preocupación en ambos países, donde ya se tomaron previsiones recomendando a la población no consumir el agua del Pilcomayo ni bañarse en el río, los datos recolectados en 31 kilómetros mostrarían que el impacto ambiental no es alarmante, hasta el momento.

La temporada de pocas lluvias evita la propagación de la contaminación, pero se teme que con su inicio ésta empeore.

Fuente: Los Tiempos, Bolivia