Silvina Chediek se conectó con Sebastián Ojeda, un chef cordobés que vive en Moscú hace once años. Me trajo un amigo que me dijo “vos de acá no te vas, y tenía razón”, dijo. Llegó solo con su “cordobés básico” y fue aprendiendo ruso “tocando de oído” sin tomar clases. Hoy está casado con una rusa, Elena y es chef ejecutivo de una compañía gastronómica. Dice que se acostumbró al frío, pero no tanto a otras cosas.
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