La Justicia condenó a casi 50 años de prisión a dos curas por abusar sexualmente de niños sordos en una escuela católica de la provincia de Mendoza. Los sacerdotes Horacio Corbacho y Nicola Corradi fueron sentenciados por 16 y 8 casos de agresión sexual respectivamente, cometidos en el Instituto Próvolo, de la localidad de Luján de Cuyo.

Además, el jardinero de la institución, Armando Gómez, también recibió una pena de 18 años por participar de los abusos a menores de entre 4 y 7 años de edad. Víctimas y testigos denunciaron ante el tribunal que los imputados les prohibían utilizar el lenguaje de señas para que contaran lo que les hacían.

Erica, hermana de una víctima le dijo al diario Página/12 tras el fallo: "creemos que es un precedente para que otros se animen a denunciar”. Según ella, fue “una sentencia ejemplar y casi única para una institución acostumbrada a encubrir”.
Por su parte, el arzobispado de Mendoza emitió un comunicado en el que se solidarizó con las víctimas.

En el documento, la institución reafirma “ el compromiso con la prevención, la transparencia, la verdad y la justicia para garantizar la protección de los menores y de los adultos en situación de vulnerabilidad".

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