Por Santiago Lucía - @Santilucia
De todos los cargos que se ocupan en el fútbol profesional el de mayor inestabilidad es el de los entrenadores. Como trabajadores del fútbol viven en la cornisa constantemente. Los resultados los sostienen o los tiran al vacío. Así transitan sus carreras, observados, cuestionados, analizados pero pocas veces valorados.
En este caso los hechos son explícitos. Cinco entrenadores argentinos dirigirán en la Copa del Mundo. Con distintos origen, matices, ideas aplicadas al juego y metodologías de trabajo pero un factor común: argentinos, que para el mundo del fútbol es una definición y una valoración.
Jorge Sampaoli, en Argentina; José Pekerman, en Colombia; Juan Antonio Pizzi, en Arabia Saudita; Ricardo Gareca, en Perú; y Héctor Cúper en Egipto, serán los representantes argentinos en la dirección técnica. Una situación que sólo se asemeja a la de los entrenadores brasileños en el Mundial de Alemania 2006, cuando Parreira dirigió a Brasil, Luis Felipe Scolari a Portugal, Zico a Japón, Guimaraes a Costa Rica y Marcos Paquetá a Arabia Saudita.
La impronta de los técnicos argentinos también se impuso en el máximo nivel del fútbol europeo. La referencia y admiración que genera Marcelo Bielsa, el lustro exitoso de Diego Simeone al frente de Atlético Madrid y Mauricio Pochettino como ideológo del Tottemham , hoy buscado por el Real Madrid; son otros casos que se suman al éxito de entrenadores argentinos en el mundo.
La personalidad, línea de trabajo e ideas de juego también generan identificación. Por eso no es raro escuchar por estos días “quiero que le vaya bien a Perú por Gareca” o “Pekerman siempre demostró lo quiere para sus equipo, ojalá triunfe en Colombia”. Ante el acontecimiento más grande del fútbol, no sólo se genera empatía con la camiseta de nuestra selección. También se puede referenciar, aunque en otra medida obviamente, con los planes, los proyectos, las metodologías y las ideas de entrenadores que defienden otros colores.
Cada uno de los cinco directores técnicos argentinos que estarán en Rusia tienen un extenso recorrido y sus particularidades.
Sampaoli, empezó las eliminatorias dirigiendo a Chile y terminó en Argentina. Le dio a La Roja su primer título oficial, la Copa América 2015, después de tener una destacada actuación en el Mundial de Brasil 2014 , donde tuvo en jaque al seleccionado local.
Pekerman fue otro de los conductores que en el último mundial logró que su equipo se destaque. Será la segunda Copa del Mundo al frente de Colombia. Fue el último entrenador en cumplir un plan integral en la Selección Argentina que abarcó a los juveniles primero y concluyó en la mayor. Después de la “era Pekerman” Argentina no logró sostener un diseño de trabajo similar en selecciones.
Héctor Cúper dirigirá por primera vez un Mundial. Logró clasificar a Egipto a la máxima competencia tras 28 años de ausencia. Cumple 25 años como entrenador, con un recorrido que lo llevo a dirigir en clubes de Argentina, España, Italia, Grecia, Turquía y Emiratos Arabes para coronarlo este año en el Mundial de Rusia.
Juan Antonio Pizzi llega al Mundial en su segunda experiencia en selecciones. En Chile vivió las oscilaciones del éxito ( Copa América Centenario) y la decepción (quedar afuera del Mundial). Está al frente de Arabia Saudita desde el año pasado. Encarará el Mundial con poco tiempo de trabajo y un plantel de escaza jerarquía.
El retorno de Perú a los Mundiales tras 36 años también tuvo un impacto fuerte en Argentina. Ricardo Gareca armó un equipo sólido, seguro, valiente y efectivo. El Flaco también dirigirá su primer Mundial. Más allá de la valoración de lo conseguido, la expectativa es alta.
Argentina jugará su Mundial en Rusia. Las ilusiones y los sueños girarán en torno a la celeste y blanca, aunque también habrá lugar para guiños argentinos que llegarán con otros colores.