River no tuvo lugar para la hazaña frente a Atlético Mineiro al empatar sin goles en el Más Monumental, y quedó muy lejos de revertir el 3-0 que sufrió en Belo Horizonte y lo privó de disputar la final de la Copa Libertadores.
Informe: Rodrigo Ruiz.
El equipo de Marcelo Gallardo jugó con el corazón durante todo el partido, pero no le bastó porque repitió una constante de sus últimas presentaciones: la falta de gol. Desde el triunfo ante Boca por el torneo local, el Millonario sólo convirtió un tanto (1-1 vs. Vélez, gol de Miguel Borja, de penal) sobre seis partidos jugados. Mineiro hizo valer la diferencia con inteligencia y demostró ser mejor.
Empujado por más de 84 mil almas, River salió con el ánimo fortalecido, en busca de un gol tempranero que le facilitara el camino a la épica. La apuesta de River estuvo en las bandas: con la vuelta de Marcos Acuña y Fabricio Bustos, más lo que Pablo Solari pudiese aportar en ataque, en ensamble con Santiago Simón.
Atlético Mineiro esperó pacientemente a River. El equipo de Gabriel Milito buscó contener el ímpetu riverplatense y lo logró con creces. River sólo lo inquietó a los 6 minutos de juego con un remate de Solari que se fue por arriba del travesaño. El equipo brasileño se abroqueló y cerró con criterio los caminos.
La poca presencia de River en el área rival empezó a preocupar a los hinchas, quienes fueron protagonistas de un recibimiento histórico para apoyar al equipo. “¡Movete, River movete!”, se escuchó desde las cuatro tribunas de un Más Monumental colmado. Por momentos, River intentó con centros al área, pero nunca fueron a destino de un Miguel Borja desconectado.
La velocidad de Facundo Colidio se mostraba como una herramienta para River en pos de generar peligro, pero el ex Tigre tuvo pocos socios. A los 33 minutos, Lyanco apareció justo para desviar la pelota al córner cuando Colidio se disponía a definir ante Everson.
La situación más clara del primer tiempo la tuvo Atlético Mineiro. Un error de Matías Kranevitter recaló en el provocador Deyverson, quien no pudo ante Franco Armani en el mano a mano. El “Pulpo” se arrojó con alma y vida y se gritó como un gol.
River se retiró al entretiempo preocupado y algo fatigado por el desgaste realizado. Renovó la ilusión para el segundo tiempo, pero Atlético Mineiro, de inmediato, dispuso de una doble oportunidad muy importante: un disparo de Gustavo Scarpa que dio en el travesaño y otra salvada de Armani cuando Deyverson capturó el rebote.
Gallardo movió el banco para refrescar el ataque con los ingresos de Claudio Echeverri y Franco Mastantuono, más Rodrigo Villagra por un extenuado Kranevitter. Poco después, el “Diablito” tuvo el gol con una buena jugada individual, pero definió mal ante Everson y a la media hora de juego sacó un remate de media distancia que el arquero brasileño sacó al córner.
Atlético Mineiro dejó correr los minutos en el final con un River que terminó impotente. Merodeó el área brasileña, ya con Gonzalo “Pity” Martínez como lanza, y le faltó ser punzante en el toque final.
La chance de jugar el último partido de la actual edición de la Copa Libertadores le quedó lejos a River. Su gente despidió al equipo agitando la camiseta sobre la cabeza, se prendieron más bengalas, pero no hubo hazaña posible porque la diferencia futbolística quedó evidente. La alegría fue brasileña en pleno Más Monumental.
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