La provincia de Córdoba registró cuatro sismos en dos días en la zona del Valle de Punilla a pocos kilómetros de la capital provincial y La Falda, también afectada por incendios en los últimos días, con magnitudes entre 3.2 y 2.6 grados en la escala de Richter.
El Instituto Nacional de Prevención Sísmica (Inpres) informó que los sismos tuvieron lugar este domingo y lunes en el norte de la provincia, con intensidades catalogadas como "muy débil" y "débil".
La intensidad "débil" implica un posible efecto que lo perciben algunas personas en reposo, mientras la "muy débil" se trata de un temblor sentido levemente por algunas personas en reposo o en edificios.
El primero de los sismos ocurrió el domingo a las 9.59 a 13 kilómetros (km) al norte de la localidad de La Falda y 56 km al noroeste de la capital provincial, tuvo una magnitud de 2.6 grados en la escala de Richter, y una profundidad de 11 km.
El domingo por la noche, a las 22.43 tuvo lugar otro movimiento telúrico de 3.2 grados de magnitud a 55 km al norte de Córdoba, con una profundidad de 13 km, y una intensidad "muy débil" para algunas localidades como Cosquín, La Calera, Villa Carlos Paz, Río Ceballos y Salsipuedes, y "débil" para Capilla del Monte, Los Cocos, La Cumbre, La Falda y La Granja, entre otras.
En tanto, el lunes durante la madrugada, a las 5.48, se desarrolló otro temblor de magnitud 2.6, a 20 km al noreste de Córdoba y 46 km al sudeste de La Falda, con 5 km. de profundidad.
El último sismo registrado ocurrió ayer a las 19.30 a 12 km. al noreste de La Falda, con 3.1 de magnitud, 17 km. de profundidad y una intensidad "débil" para La Falda, Villa Giardino y Capilla del Monte, y "muy débil" para Agua de Oro, El Pueblo, Salsipuedes y Río Ceballos.
En lo que va del año se registraron 51 eventos sísmicos en la provincia de Córdoba, de los cuales 39 fueron sentidos por la población, informó la geóloga del Inpres Irene Pérez a Cadena 3.
También aclaró que la sismicidad en Córdoba es "habitual" y que la reciente actividad sísmica no es motivo de alarma.
"Son eventos que suceden", afirmó, y explicó que la densidad poblacional de la región, con edificios altos, puede hacer que sismos de magnitud 2,6 sean percibidos por los habitantes.
En relación a los incendios que azotan a la provincia, en Punilla el foco ígneo se encuentra inestable por el clima, mientras el único activo en la provincia se encuentra en La Quebrada de La Mermela y el riesgo de incendios sigue siendo "extremo" por las altas temperaturas y fuertes ráfagas de viento