Desde Radio Nacional Rosario Fontanarrosa, el periodista Claudio Berón actualizó la información con la que cuenta la justicia hasta el momento, tras el asesinato del efectivo de 42 años Leoncio Bermúdez, rosarino, padre de dos hijas, que se desempeñaba como subinspector de la Unidad Regional II de Policía. Con este hecho, ascienden a 228 los crímenes registrados en lo que va del año en el Departamento Rosario.
La fiscal de Homicidios Dolosos de Rosario a cargo de la causa, Gisela Paolicelli, confirmó que la banda armada que irrumpió en el Hospital Provincial de Rosario, asesinó al policía e hirió a otras tres personas, fue a buscar a Gabriel Guillermo Lencina (29), un convicto condenado a 22 años de prisión que había sido trasladado desde la cárcel de Piñero para ser atendido en la guardia por un cuadro de tuberculosis.
En conferencia de prensa, expresó que la principal hipótesis que se maneja es que se trató de un rescate frustrado.
"Efectivamente hay dos hipótesis principales: si es que iban a rescatarlo, a llevárselo, o si es que le querían hacer daño o lo querían matar, eso lo estamos analizando, lo estamos investigando", dijo Paolicelli a la prensa.
"Yo, particularmente, me inclinaría más por la hipótesis de que lo quisieron rescatar, porque tuvieron oportunidad de dispararle, tanto al detenido como al personal del Servicio Penitenciario y sin embargo no lo hicieron", comentó.
La fiscal indicó que en el hecho actuaron "como mínimo tres" delincuentes que por el momento no estaban identificados, aunque otras fuentes mencionan a cuatro, todos aún permanecen prófugos.
Al relatar cómo ocurrieron los hechos, la fiscal confirmó que todo comenzó el martes por la noche cuando en el Hospital Provincial de Rosario ya le había dado el alta a "un interno del pabellón 9 de la Unidad 11 de Piñero", en referencia a Lencina, quien tiene una condena unificada en 22 años de cárcel por un homicidio y una tentativa de homicidio.
"Todavía no lo estaban sacando, estaba en la guardia esperando que lo vinieran a buscar", explicó la fiscal.
"Irrumpen a la guardia dos personas buscándolo y, en ese momento, tienen un forcejeo con el personal del Servicio Penitenciario que oficiaba de custodio del detenido. No logran ni llevarse al detenido ni agredirlo o dañarlo y cuando están saliendo de la guardia un personal de seguridad, un policía, que cumple funciones allí en el hospital provincial, intenta detenerlos, y le disparan en la cabeza", relató Paolicelli.
La representante del Ministerio Público agregó que en ese forcejeo con el penitenciario, "lograron quitarle el arma y resultó lastimado con la culata del arma en el rostro".
La directora médica del hospital, Teresita Ghio, también contó a la prensa cómo fue la secuencia del hecho, que antes de asesinar al policía los delincuentes balearon a otras dos personas en la guardia y que la hija de 10 años de la víctima fue testigo del hecho.
La directora médica apuntó que de los cuatro delincuentes que actuaron "dos ingresaron armados y cubiertos con barbijos de color negro" y otros dos "estaban de campana afuera".
"Una vez adentro, exhibiendo las armas gritaban '¡dónde está el negro!' -por el preso Lencina-, y cuando lo encontraron le pegaron un culatazo en la cara al custodio que estaba con él", relató.
Panorama Nacional, lunes a viernes de 6.00 a 7.00.
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