La abogada de ANDHES (Abogados y Abogadas del Noroeste Argentino en Derechos Humanos y Estudios Sociales), Florencia Ballino, reveló que Lucía, la nena de 11 años que quedó embarazada producto de una violación, manifestó ocho veces que quería que se interrumpa su embarazo, pero que médicos del SIPROSA (Sistema Provincial de Salud) la presionaron para hacerla cambiar de opinión. "Sabemos que Lucía está bien, y eso es importante. Ha tenido su intervención anoche y ahora está en su habitación. Desde el momento en que ingresó al sistema público ella manifestó en forma clara su voluntad de interrumpir el embarazo. Tenemos registradas ocho ocasiones en las que la niña manifestó su voluntad de terminar con esta tortura que estaba atravesando. Su mamá acompañó esta decisión, y la acompañó a través de un consentimiento informado con un formulario que firmó, y que incluso se dilató la gestión de ese consentimiento firmado para efectivamente acceder a la ILE y llevar adelante la práctica. A Lucía la atendieron profesionales por fuera del Hospital del Este, y del Siprosa, quienes además, por ejemplo le hicieron regalos y 'romantizaron' la idea de maternidad, le mostraban las ecografías, les tocaban la panza y en todas esas ocasiones Lucía manifestó su voluntad de terminar con esta tortura", contó la letrada.
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