Las personas travestis y transexuales históricamente fueron discriminadas y corridas en el ámbito laboral. En Argentina, solo el 18% de esa población pudo acceder al empleo formal. El 80% está empujada a trabajar en la prostitución porque no encuentra una salida laboral que le permita estabilidad económica. El 70% nunca fue a una entrevista laboral luego de asumir su identidad de género. El 73% no tuvo el derecho de completar sus estudios. Su expectativa de vida es de 35 a 40 años. Con entrevistas, Mujeres… ¡de acá! le dio voz a estos datos y profundizó en esta problemática.

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Si bien existen leyes y ordenanzas de cupo laboral en varias provincias y desde 2020 un decreto alcanza a toda la administración pública nacional, Valeria Sampedro y Marcela Ojeda indagaron en qué pasa en el sector privado. Martina Ansardi, coordinadora del programa Contrata Trans , asesora en políticas de género y diversidad, y referente del movimiento trans Nadia Echazú, explicó lo que realizan desde la organización para contribuir en la contratación de personas trans. "Es responsabilidad de las empresas que el espíritu de inclusión sea contagiado hacia adentro", dijo.

Por su parte, Lhuanna Díaz, quien tiene 39 años y trabaja en atención al público en Western Union, contó cómo consiguió su primer empelo formal tras ser trabajadora sexual: "A mí no se me presentaban las oportunidades que tiene todo el mundo. Quería crecer y saber qué era el trabajo formal", expresó.

Por último, Yanina Saucedo, integrante de la cooperativa Juntas y Unidas de Rosario, explicó qué es lo que realizan desde esa organización y dijo que es "una de las sobrevivientes del camino feo" que deben afrontar por la falta de inclusión.