Tras reclamos sostenidos desde distintos sectores, se habilitó la vacunación en la provincia para docentes, la mayoría de ellos fueron vacunados con la primera dosis de vacuna AstraZeneca, y la mayoría también, manifestó efectos secundarios.

Los síntomas de la vacuna Oxford- AstraZeneca son más notorios respecto de otras vacunas, aunque de corto plazo, indican desde la OMS. Los más comunes son dolor, molestia o la palpación en la zona de la inyección, dolor de cabeza, cansancio, dolor muscular o articular, fiebre, escalofríos y náuseas.

Estas dolencias pueden extenderse de 24 a 48 horas. Para morigerarlas, se recomienda tomar analgésicos o antipiréticos, como paracetamol, antes de la vacunación y durante las primeras 24 horas desde la inoculación.

Las suspicacias en torno de la vacuna de AstraZeneca no son nuevas. Mucho ruido causó la suspensión temporal de esa vacuna en países europeos por la presentación de cuadros de tromboembolia. Aunque hay que decir que la propia OMS y la Agencia Europea de Medicamentos se han pronunciado a favor de la vacuna.

Ambas entidades indican que la evidencia médico científica han señalado que son muy raros los casos de tromboembolias producto de la vacuna, y han destacado que son mucho mayores los beneficios de la vacuna que las afectaciones.

Muchos y muchas docentes han manifestado por los menos uno de estos efectos adversos. Sim embargo, también manifiestan su tranquilidad por haber recibido la primera dosis de la vacuna, aunque consideran necesario rever las condiciones de presencialidad y extender la virtualidad, porque el problema está lejos de solucionarse.

La campaña de vacunación en Mendoza avanza. Se ha incorporado, hace horas nada más, al grupo de adultos mayores de 45 años sin factores de riesgo para que reciban su primera dosis. Médicos especialistas recomiendan el consumo de paracetamol antes y después de la vacunación, ya que los efectos secundarios de las vacunas son esperables, mientras cabe recordar que en un contexto de pandemia tal como el que atravesamos, la peor vacuna es la que no se pone.

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