Dos policías fueron imputados por homicidio calificado agravado por la muerte de Valentino Blas Correa. Son los cabos Lucas Gómez (35) y Javier Alarcón (31). Blas Correa había salido ayer por la tarde a tomar algo con amigos. De regreso se subió al Fiat Argo que fue tiroteado por la policía.

La sucesión de hechos que se pudo reconstruir comenzó con un altercado por una mala maniobra entre el conductor donde iba Blas y una moto. Luego de esa situación de tensión el auto, Fiat Argo, comenzó a circular con velocidad y cuando atravesó el control policial de Velez Sarsfield cerca del Pablo Pizzurno, lo hizo a velocidad. Uno de sus amigos explicó que tenían temor de que el conductor de la moto los hubiera denunciado y por eso no disminuyeron la velocidad.

Gabriel Prunotto, secretario de la Fiscalía que investiga la muerte del joven, confirmó a Radio Nacional Córdoba que no hubo intercambio de disparos. Los policías están imputados porque se presume que dispararon desde atrás al auto.

La primera versión policial insistió en que se había dispuesto un "cerrojo" para atrapar al Argo por una supuesta denuncia que no consta en ninguna parte. El conductor del auto dobló por la rotonda de Las Américas. En contramano cruzó Ambrosio Olmos y toó Obispo Trejo. Antes de llegar a Brasil, los que iban atrás le gritaron que frenara, que se querían bajar.

Los dos chicos que iban en el asiento trasero le dijeron a Blas que también se bajara. Pero no pudo porque ya estaba herido. Según los datos preliminares, uno de los balazos que había traspasado la luneta lo había alcanzado a la altura del omóplato. El conductor del Argo y su novia comenzaron a bajar a toda velocidad por Chacabuco, hasta que se detuvieron frente a la clínica Aconcagua. Donde frenó para pedir auxilio por Blas. Según su relato, no lo quisieron atender, algo que también se investiga a nivel judicial.

Otro detalle que está bajo investigación es un arma que apareció cerca del auto. El supuesto testigo que la vio no aparece. Esto abona la hipótesis de un presunto encubrimiento policial.