Radio Nacional Formosa dialogó con el vicecomodoro Pablo Díaz, jefe de la Base Aérea Argentina “Vicecomodoro Marambio”, en el marco del aniversario 51 años de servicio en el helado continente antártico.

Un 29 de octubre de 1969 se fundó “la base”, eufemismo para denominar un grupo de carpas donde pernoctaba la dotación de militares argentinos para iniciar lo que hoy es un enclave de soberanía nacional, donde científicos de todo el mundo recalan para realizar importantes estudios.

 “Viendo la historia, acá vinieron personas con pico y pala, los que fueron la Patrulla Soberanía y comenzaron las tareas de despeje de lo que actualmente es la pista de aterrizaje y despegue, que tiene más de 1200 metros de longitud por 40 de ancho, en una meseta que  está elevada 200 metros sobre el nivel del mar, para bajar o ascender, tardamos sin equipo 50 minutos, con lo cual era todo un desafío subir el material y realizar los trabajos”, comentó Díaz.

Consultado acerca de cuál fue el clima que se registró en el cumpleaños 51 de la Base Aérea Argentina “Vicecomodoro Marambio”,  Pablo Díaz indicó: “la temperatura estuvo cerca de los -8ºC, -18ºC de sensación térmica, con vientos de 20 nudos, cerca de 40 kilómetros por hora, mucho más agradable de las temperaturas que tuvimos en agosto, con sensación térmica de -56ºC”.

La Dotación 51, al igual que sus antecesoras, está integrada por voluntarios, que viven un año lejos de sus afectos, pareja e hijos, para sostener la presencia soberana de la Argentina en la Antártida, contribuyendo a mantener el prestigio internacional ganado con presencia ininterrumpida desde 1904, el nacimiento del “ciudadano antártico”, la primera pista construida, con 13 bases en ese continente, de las cuales 6 son permanentes y 7 transitorias; a lo que hay que sumar que el organismo internacional de la Antártida tiene su sede en la ciudad de Buenos Aires.

A 4230 kilómetros de Formosa, en la Base Marambio, el 29 de octubre pasado, lejos de los seres más queridos, con matambre a la pizza y bajo la bandera azul y blanca,  se festejó el cumpleaños más remoto de la Patria.