POR MERITXELL PLANELLA LAS MAÑANAS DE RNE

El fin de los antibióticos por su uso y abuso

Se calcula que cada año mueren en España 2.500 personas por la resistencia a los antibióticos. Los antibióticos se han usado tanto, y a menudo tan mal, que las bacterias han aprendido a sortear sus efectos y se vuelven resistentes. Ahora, cientos de miles de personas mueren cada año en todo el mundo debido a infecciones contra las que ya no hay armas con las que luchar.

Las mañanas de RNE ha dedicado el "Informe Planella" de este lunes a este asunto con Domingo Gargallo, director científico de Ábac Therapeutics, una farmacéutica especializada en bacterias multiresistentes; Joaquín López-Contreras, jefe del equipo del hospital de Sant Pau en Barcelona dedicado única y exclusivamente a reducir las infecciones en sus instalaciones; y Josep María Cots, coordinador nacional del Grupo de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Medicina de Familia.

Los antibióticos son la base de la medicina moderna. No sólo son la única arma de la que disponemos para enfrentarnos a las bacterias o curar infecciones, sino que gracias a ellos es posible realizar desde una simple apendicitis a un trasplante.

Pero se acaban. Su uso o abuso durante años ha hecho que las bacterias aprendan a defenderse y se vuelvan resistentes. Hay enfermedades como la gonorrea o algunas tuberculosis para las que casi no hay ningún antibiótico que funcione.

Además, las grandes empresas farmacéuticas hace años que abandonaron la búsqueda de nuevos antibióticos porque no veían negocio. Para que se hagan una idea se necesitan entre 10 y 15 años de investigación para sacar uno nuevo.

La resistencia, sumado a la falta de investigación, ha llevado a algunos médicos a hablar de la tormenta perfecta. Si no encontramos nuevas fórmulas para controlar las infecciones de estas superbacterias, los muertos podrían dispararse en los próximos años. Se habla de hasta 10 millones en todo el mundo en 2050.

Reducir la resistencia a los antibióticos pasa por reducir el abuso
Aquí entran en juego los médicos de atención primaria porque el 90% de los antibióticos que tomamos los prescribe el médico de cabecera y los servicios de urgencias, sobre todo para tratar infecciones respiratorias. Según el doctor Carles Llor en nuestro país existe una cultura del antibiótico.

En un estudio que coordinó en toda España, Llor determinó que más del 60 % de antibióticos prescritos en infecciones respiratorias eran innecesarios. Un porcentaje mucho más alto que en otros países.

No tenemos que olvidar que, al margen de las resistencias, un antibiótico tiene otros efectos indeseables como la diarrea o los hongos.



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