Por Gustavo Ger - @gustavolger
El fin del jugador, el comienzo de la leyenda.
Una mínima reseña de la carrrera de Manu Ginobili tendría que contar lo siguiente. Nació en Bahia Blanca hace 41 años, sus primeros pasos en el basquet los dió en el club Bahiense del Norte, a los 18 debutó profesionalmente en Andino de La Rioja y finalizó su etapa en la Liga Nacional de Basquet en Estudiantes de Bahía Blanca. La apertura con la Ley Bosman le permitió jugar en Europa, donde en un primer paso se afianzó en el Reggio Calabria y en una segunda etapa se consagró en el Kinder Bologna, donde ganó una liga, la copa Italia y la Euroliga, destacándose como jugador más valioso (MVP) en las finales. Cuenta Ginobili que su paso por Italia fue determinante a la hora de formarse como jugador,: “Además es importante reconocer que me convertí en el jugador que fuí cuando pase por Europa. Mas allá de los éxitos deportivos que tuve en Bologna o lo que crecí en Reggio Calabria, todo lo que me tocó aprender allí, me sirvió para despues competir al más alto nivel en la NBA”
En Estados Unidos debutó en San Antonio Spurs en el año 2002 en donde jugó 16 temporadas y obtuvo cuatro títulos.
Su primera vez con Argentina fue en 1998, brillando en la selección hasta convertirse en la pieza más importante de la denominada Generación Dorada. Obtuvo la medalla de oro en los Juegos Olimpicos de Atenas 2004, distinguindose como el MVP del torneo. Medalla de bronce en Beijing 2008 y cuarto puesto en Londres 2012, subcampeón en el mundial de Indianápolis 2002 y cuarto puesto en el mundial de Japon 2006. Campeón en el premundial de Neuquen 2001 y campeón en el preolímpico de Mar del Plata 2011.
Habría que agregar en su palmarés algunos datos estadísticos propios de los mejores jugadores de la historia
-Ginobili es junto a Bill Bradley, los dos únicos jugadores en ganar 1 Euroliga, 1 campeonato de NBA y 1 Juego Olímpico
-Forma parte de un distinguido club de jugadores que ganaron al menos cuatro anillos de la NBA y un Juego Olímpico, en donde comparte cartel con Bill Russel, 11 títulos y 1 JJOO, Michael Jordan, 6 anillos y 2 JJOO, Scottie Pippen 6 y 2, Kobe Bryant 5 y 2, Magic Johnson 5 y 1 y Manu Ginobili 4 y 1
-Junto con Duncan y Parker forman parte del trio con más victorias en playoffs en la historia de la NBA, son 126 partidos ganados contra los 110 de los jugadores de los Lakers, Abdul Jabbar, Cooper y Magic Johnson.
Hay más números impresionantes pero vayamos a lo más distintivo de su carrera, la influencia y la trascendencia de su paso por el mundo del basket.
Cuando el actual entrenador y ex jugador Jason Kidd, campeón con Dallas y ganador de dos oros olímpicos, venera su desempeño y escribe en twitter, “cambiaste el juego, felicitaciones por tu gran carrera, nos vemos en el salón de la fama” , hay algo más grande que los números. Tampoco Kobe Bryant escatima en elogios, “Usted es el verdadero campeón mi amigo, y uno de los mejores rivales que he tenido, disfruta de la vida después del juego hermano. Te lo mereces y mas”. No es común tanta pleitesía en los protagonistas de la NBA
Figuras que le brindan respeto y admiración, basan sus elogios en estos numeros de campeón pero principalmente en las condiciones que no aparecen en las estadisticas, en los intangibles. Lamarcus Aldridge, primero rival y luego compañero de Manu sintetiza el más destacado aporte del argentino, “Competí contra vos por 9 años. Me sumé en innumerables reuniones previas al juego para debatir sobre como no dejar que vayas a tu mano izquierda, porque cuando lo hacías era imposible de detener. Entonces me convertí en tu compañero de equipo y pude presenciar de primera mano como aportabas más valor a un equipo, MUCHO MAS QUE SOLO ANOTANDO. Eres un competidor final y esa clase de tipo que privilegia el equipo primero. Levantas la cultura de una organización simplemente con estar cerca.Fue un honor competir contra vos, pero aun mejor haberlo hecho con vos a mi lado ¡Gracias Manu¡¡”
Los intangibles cobraron sentido en la NBA a partir de Manu Ginobili. El espiritu competitivo, la falta de ego y la lucidez para entender que neccesita el partido, comenzaron a elevar al bahiense a la eternidad
Manu Ginobili dejo un sello indeleble en el basquet FIBA pero sobre todo en la NBA donde las figuras, protagonistas y leyendas son menos permeables a los cambios, y mucho menos si vienen de un extranjero
La dimensión del “sexto hombre” se desarrolló en el basquet norteamericano a partir de Manu. En uno de los mejores momentos de su carrera y ya habiendo obtenido dos anillos con San Antonio, comprendió junto con su entrenador Greg Popovich, que sería mucho más funcional ingresando como primer suplente, con el fin de acoplar a la segunda unidad del equipo, en una idea de continuidad que le permitiera a San Antonio no resentir el funcionamiento por los cambios. La operación resulto exitosa, pero claro, no cualquier estrella podia aceptar tamaño renunciamiento. El coach y analista de la cadena Espn en las transmisiones de la NBA en español, Carlos Morales, sostiene la idea
“El que una superestrella, porque sin duda lo fue, estuviera dispuesta a salir del banco porque era lo que su técnico creía conveniente para el equipo, aún sacrificando logros personales y reconocimientos era algo nunca visto antes de la llegada de Manu. La claridad de pensamientos y humildad, sin caer en falsa modestia, que proyectaba en sus entrevistas y ruedas de prensa te devolvían la confianza en que con los atletas se podían tener conversaciones inteligentes y honestas. El que haya compañeros y adversarios que lo mencionan como un jugador digno de imitar y de tratar de emular le da el reconocimiento mayor al que pueda aspirar cualquier competidor; el de sus pares”
Manu Ginobili fue campeón, feroz competidor, talentoso, disciplinado y altruista. Fue buen perdedor y tambien como todo superheroe tuvo su arma predilecta; el eurostep. Lo hizo siempre y nadie pudo controlarlo. Contó que lo hacía en Europa, que pasaba desapercibido. Pero cuando llegó a Estados Unidos a todo el mundo le llamó la atención. Dice que no puede explicarlo, que es instintivo. Hace algunos años, en ocasión de una competencia virtual motivada por la NBA, fanáticos eligieron por la mejor jugada. La jugada “el eurostep de Manu Ginobili” terminó primera por encima del “fade away de Michael Jordan” o “el tiro con tablero de Tim Duncan”. Kawhi Leonard, ex compañero del argentino puso la jugada en contexto. “Ha cambiado el juego, como lo hacen los grandes jugadores. Es algo poco comun en la NBA eso de aportar destellos únicos al juego pero él se diferencia del resto. Hizo movimientos diferentes en diferentes ángulos y sigue trayendolo en diferentes campos y en diferentes estilos”
A partir del retiro de Manu cada cual atiende su juego, la ciudad de San Antonio tendrá el día “Emanuel Ginobili” una vez por año, la franquicia retirará la camiseta número 20, los argentinos discutiremos que lugar ocupa el bahiense en la historia de nuestros idolos deportivos y mirar la NBA será tortuoso. En algunos años se convertira en el primer argentino, en el primer sudamericano, en ingresar al salon de la Fama. Y ya nadie podra igualarlo. La leyenda del basquet argentino acaba de nacer.