Por Fabián Codevilla

La incomprensible invasión Rusa a Ucrania y el sangriento conflicto armado perpetuado por el gobierno de Vladimir Putin, ante una nación libre y soberana, estremece al mundo que, con vehemencia, rechaza este accionar deplorable y siniestro.

Por tal motivo y tras recibir innumerables sanciones económicas y condenas de todos los rincones del planeta, también se actúa en forma ejemplar y con extrema dureza sancionando a Rusia en el ámbito del deporte.

FIFA y UEFA ya dictaminaron que ningún equipo de este país, ya sea nacional (Selección de Fútbol) como aquellos que lo hacen a nivel continental, podrán seguir disputando sus competencias.

Rusia debía enfrentar a Polonia por repechaje para Qatar 2022, por ende queda excluida de la cita mundialista, así como también aquellos planteles que disputan copas europeas quedan eliminados de las mismas.

El automovilismo internacional, a través de la FÍA, excluye al Gran Premio de Sochi del calendario de la Fórmula 1, carrera que estaba pautada para el 25 de septiembre.

El tenis no fue la excepción y la ATP expulsa de la Copa Davis al equipo que lidera Daniel Medvedev, actual número 1 del ranking mundial, dejándolo fuera del certamen.

De esta manera, en el concierto de las Naciones Unidas, hermanadas por el deporte, dan muestras del rechazo causado por la acción militar, demente y mortal, que está ocasionando una verdadera tragedia en suelo ucraniano.