Guillermo Francos dice que el gobierno de Milei será sin grieta porque no hay motivos para que exista división social en una gestión que tiene tanta aprobación social. Se refiere al 56 % que Milei obtuvo en el balotaje. Digamos que la grieta kirchnerismo – antikirchnerismo o kirchnerismo-macrismo se agotó. O pasó a ser una grieta secundaria.

Las interpretaciones sobre el por qué de la cantidad de votos obtenida por el candidato de La libertad avanza forman parte de la batalla por las interpretaciones de la voluntad popular que suceden a todos los comicios. En esta lucha se inscribe lo que escuchamos muchas veces por día, dicho por periodistas. Dicen que Milei es el único candidato que ganó una elección presidencial prometiendo un ajuste. Se dice que prometió y fue votado por un ajuste más duro que el exigido por el Fondo Monetario Internacional

Esta línea de pensamiento dice que lo de Menem fue distinto. Ajustó y privatizó todo pero lo hizo después de prometer “revolución productiva y salariazo”. La idea es que Menem ganó con un programa y una estética que hoy se llamaría o llamaríamos “populista de izquierda o de centro izquierda”. El caso de Milei, se dice, es diferente. Y por lo tanto, se concluye, tiene el apoyo de más del 55 por ciento del electorado para privatizar, para desregular, para quitar subsidios. El presidente electo tiene (tendría) consenso para despedir empleados públicos, para precarizar y aún arruinar la vida de esa mayoría que lo votó al menos por dos años, el período de sufrimiento social anticipado por Javier Milei. Recién en el 2026 o en un segundo mandato vendrá la prosperidad y ahora sobre bases sólidas. Este sería el deseo expresado en las urnas. No es seguro que las cosas sean así.  

Formulemos otras hipótesis que uno considera más razonables.

Una: Milei ganó gracias al Frente de Todos. Si la alianza kirchnerista hubiese cumplido con la mitad de sus promesas, heladera llena, entre los jubilados y los bancos me quedo con los jubilados, etc. el resultado de las elecciones hubiese sido otro.

Dos. Es muy probable que Milei haya sido electo por otras cosas que también dijo en la campaña. Me refiero a los gritos y gestualidad anti casta. Por promesas como “ahora al ajuste lo van a pagar los políticos y no la gente o “los argentinos de bien”. (Los “argentinos de bien” es un buen tema para hablar en otra oportunidad)

Digo esto porque es difícil que ese 56% o parte haya votado por dos años de estanflación, por ejemplo. Ya sabemos que “estanflaciòn” quiere decir la coexistencia de inflación, más alta que la actual, con recesión. Entonces, si se votó en contra de la inflación de Massa.  habrá mas inflación. Van a cerrar kioscos, comercios, talleres pequeñas empresas. Y esto significa desempleo producido por la recesión sumada a la inflación. Grandes empresas van a reducir sus gastos y esto significa despidos producidos por la recesión sumada a la inflación.

No es razonable pensar que el 56% votó esto. Además, estamos en la Argentina. Con esto quiero decir tres cosas.

Una, vivimos con los índices de pobreza, indigencia que conocen. No los vamos a repetir. Sólo digo que sería difícil soportar, además, desocupación.

Dos, hace mucho se terminó el voto cautivo. En 2007 una mayoría votó a Cristina Kirchner, en el 2011 la reeligiò, después Macri, después Alberto Fernández y ahora Javier Milei. En dos años hay elecciones legislativas. Puede que parte de ese 56%, a medida que transcurre el plan económico prometido después de las elecciones, cambie de opinión.

Tres: vivimos en un país predispuesto a salir a la calle con estos índices nomás.

Finalizo con la “no grieta” de Francos y citando al expresidente Mauricio Macri.

¿Quiénes serán los orcos y quiénes serán los jóvenes revolucionarios que saldrán de sus casas a reprimirlos? ¿No será que la grieta ahora se va a redefinir y la división, la fractura será entre los orcos más el conjunto de perjudicados por privatizaciones, desregulaciones, estanflación?

Estas dos preguntas merecen su propio desarrollo. Dejamos respuestas también hipotéticas para otro día.

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