Miguel Schernetzki, Director de Desarrollo Sustentable y Ambiente del municipio de Santa Anita, indicó en LT 11 que antes del  2018 comenzaron con una prueba piloto de  separación de residuos sólidos urbanos en las escuelas, acercándose a los hogares a través de los alumnos. A partir de allí Santa Anita adhirió a la Gestión Integral de  Residuos sólidos Urbanos, comprometiéndose a la separación y a la erradicación de los basurales a cielo abierto.

Luego de la prueba piloto de separación, precisa Schernetzki, consiguieron que el 100% del pueblo realice la separación en origen. Los residuos inorgánicos que llegan a la planta los martes y los jueves, se reclasifican en los distintos tipos de PET (plásticos) según su color y su forma; el cartón, el papel, las latas de aluminio, los desodorantes, el plástico duro, la chatarra, entre otros. La mayoría de estos elementos se prensan, se forman cubos para poder transportarlos de la mejor manera y se procede a la comercialización  en entidades que se dedican, legalmente, a transformarlo en algo con valor ecológico.

Por su parte, dijo el funcionario de Santa Anita, los residuos orgánicos se  transforman a través del proceso de compostaje en abono natural.

El  trabajo lo realiza con apoyo del municipio, una cooperativa conformada por 5 mujeres, mientras que otras forman parte de la Huerta Agroecológica, que reciben los productos compactados para darles la terminación, es decir tamizarlos y embolsarlos para la venta. La cooperativa recibe un incentivo económico por las horas que trabajan las chicas y el 40% de las ganancias por las ventas.