Luis Bremer charló con Julián Giulianelli, director del documental Cafrune.

El mayor ensayista e historiador de Argentina, Sergio Pujol, advierte que el legado de un intérprete con el tiempo se pierde. Porque sus cómplices, su público, también van dejando de existir. No queda obra. Por eso es importante el registro de los intérpretes en la música popular argentina. Y Jorge Cafrune fue uno de los más importantes que tuvo el folklore nacional.

Cafrune es una película que aborda al músico no desde el orden biográfico sino a partir de sus mayores paradigmas. El rol del juglar en la cultura, la forma del intérprete, la historia.

El punto de partida de esta historia es uno inconcluso: su viaje final a Yapeyú luego de su actuación en Cosquín en 1978. Año en el que fallece tras ser arrollado por una camioneta.

Cuenta con entrevistados como Yamila Cafrune (su hija y heredera del canto), Luis Nogues (histórico sonidista de Cosquín), Guillermo Byrne (historiador y testigo de las primeras 15 actuaciones de Cafrune en Córdoba), Mario Perrota (Marito, el niño que grabó y giró junto a Cafrune), entre otros. Un conjunto de voces que tejen la trama del trovador sin fin acompañados de imágenes, videos, reportajes y recitales inéditos del músico.

Cafrune está dirigida por Julián Giulianelli, y cuenta con un equipo en producción ejecutiva con Nastassja Bischitz, en producción periodística con Facundo Arroyo, en dirección de fotografía con Alejo Maglio, entre otros. Tiene el apoyo del INCAA y del Fondo Nacional de las Artes.

Se estrena hoy,  jueves 07 de julio en el cine Gaumont (Av. Rivadavia 1635, Ciudad de Buenos Aires).