La integrante del Comité Provincial Contra la Tortura del Chaco, Ariela Álvarez, se refirió a las circunstancias de contexto de encierro en el que muchas mujeres transcurrirán las fiestas de fin de año: “son los momentos más difíciles para esas personas, agravados por la situación de pandemia que imposibilitan las visitas. Hace tres o cuatro años no existen en el Chaco internas que convivan con sus madres, y hay algunos proyectos para contemplar plenamente el interés superior de los niños referidos a la privación de libertad de sus madres”, aseguró.

En charla con Silvia Villavicencio, Álvarez aseguró: “es importante mantener los vínculos que, en esta época de año, se discuten y ponen de relieve. Una de nuestras principales preocupaciones es poder habilitar internamente diferentes acciones que se dan externamente, pero no es sencillo”.