28 de mayo. Galtieri realizó un llamamiento a todo el país, para que no abandone la guerra contra el Reino Unido "cualquiera que sea el tiempo y el esfuerzo que demande" y advirtió que las Fuerzas Armadas argentinas podrían volver a combatir en las Malvinas junto a los ejércitos de las "naciones hermanas de América y, si fuera necesario, de otras latitudes del mundo". El general agradeció "el firme apoyo recibido de las más diversas y lejanas naciones, sin distinción de razas o de credos".
Señaló que "Argentina no necesita mercenarios porque todo el armamento del mundo no bastaría para dotar a los voluntarios, hombres y mujeres, que piden un puesto de combate" y pidió a Dios que, "más allá de los avatares de la desigual batalla contra el agresor extra continental y quienes le apoyan", impidan que se apague la llama que ilumina "el despertar de la América nuestra y el de los pueblos privados de su libertad", por la prepotencia de aquellos que dicen defender "principios que nunca han respetado". Dijo que Malvinas era una "causa americana" y en su afán por sumar aliados dijo que la pelea de los argentinos, es “hoy la de los grupos humanos de todo el mundo que han sufrido o sufren la injusticia, el desdén y las presiones de quienes olvidan los principios éticos que dicen sostener". El discurso pronunciado durante la ceremonia conmemorativa de la creación del Ejército argentino, hace 172 años, se convirtió en la primera referencia explícita del de la Junta Militar sobre una posible internacionalización del conflicto del Atlántico sur. Primero condenó a Inglaterra: A esta guerra "hemos sido llevados por la intransigencia de un régimen que rehusa abandonar formas de opresión condenadas por la humanidad".