A través de una publicación en redes sociales, el cura Mariano Oberlin dio a conocer un ataque a balazos sufrido en la sede de su centro de trabajo en Campo de la Ribera. "Se asomó un tipo por una de las tapias del predio donde 40 chicos están viviendo y disparó dos tiros con una escopeta recortada. Luego salió con el auto como si nada pero nadie lo paró, siendo que había un destacamento policial y una escuela con dos uniformados. La situación fue grave porque podrían haberle pegado a un chico. Salimos a buscar el auto, le tomamos la patente y resultó que corresponde a un auto de Buenos Aires. Y nadie hace nada", sostuvo en diálogo con Radio Nacional.

"Uno habla con la mayoría de la gente del barrio que quiere vivir dignamente. Y tenés 15 matones que en definitiva terminan imponiendo los códigos de convivencia y la gente termina empujada hacia eso", explicó el religioso, quien aseveró que "siempre hemos trabajado y seguimos haciéndolo para generar un espacio de inclusión para los chicos, por darles comprensión y creemos que eso es fundamental. Después están quienes no quieren eso y manejan el barrio y manejan a los chicos de un modo que les termina destruyendo la vida".

"Todavía esto no es Rosario ni mucho menos, pero creo que hay pequeños clanes o pequeñas organizaciones que manejan algo de droga al por mayor que son los que tienen amenazada a la gente del barrio y nos quieren mantener callados", finalizó. El caso quedó a cargo de la fiscal Lourdes Quagliati.

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