Por unanimidad, ediles aprobaron la ordenanza que prohíbe el uso de glifosato en el ejido urbano. Al respecto Pablo Guelperín, ingeniero agrónomo y docente universitario referente de la Regional Paraná de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) aseguró que hay sustancias cotidianas mas peligrosas.
Los ediles paranaenses sancionaron por unanimidad una ordenanza, presentada “in voce” por la concejal Claudia Acevedo (Cambiemos-Paraná), mediante la cual se prohíbe el uso de “agroquímicos biológicos de uso agropecuario destinados a la fumigación o a la fertilización agrícola y/o forestal, y/o espacios verdes, que contengan Glifosato y agroquímicos derivados”. Fue un paso trascendente en materia de salud y medioambiente para la capital entrerriana.
A pesar de los casos de cáncer en niños y adultos que se han demostrado en hospitales de la provincia y el país, al estar estas personas en cercanías de campos donde se utiliza el agroquímico conocido como glifosato, siguen defendiendo su utilización.
En diálogo con Momento de campo, el ingeniero agronómo y docente universitario aseguró que el “glifosato se ha convertido en un mito urbano, donde la sociedad lo ha hecho carne”, fue en este sentido que mencionó que “hay sustancias en el uso cotidiano de origen urbano más peligrosas para la salud que el glifosato y en cuanto no encaran acciones”.
Por último, Guelperín expresó: “Para cerrar quiero llamar la atención de la sociedad para que estos grupos que hacen de algún tema su bandera, su punta de lanza, su forma de luchar contra un sistema económico social que les parece que hay que cambiar, se den cuenta de que tienen que encontrar otros caminos para convencer y no un proyecto anticiencia”, dijo y agregó: “Deben dejar el modelo productivo en mano de quienes realmente estudian el tema como lo son los médicos y agrónomos”, finalizó.
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