Si bien en la tarde del jueves hubo una rotura de un caño de gas por parte de una empresa privada que trabajaba en la zona de Sauce de Luna y Apolinario Osinalde, en barrio Francisco Ramírez, lo que generó una pérdida de gas, desde la empresa distribuidora se explicó que el olor que se sentía en la ciudad respondió a la puesta en marcha de una estación reguladora y por la inyección de odorante, que es lo que le da el olor al gas. Fernando Peñaloza, del área comercial de Redengas, negó una fuga de gas y llevó tranquilidad a la población.
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