Preocupa a varios sectores de la economía el ingreso de productos que se elaboran en la Argentina y sin embargo están entrando al país a través de importaciones. Por ejemplo el tomate pelado o triturado de Italia, durazno en lata de Grecia y el vino de Chile.

El ministro de Economía, Infraestructura y Energía de Mendoza considera que, por el momento, va a ser muy difícil frenar la importación porque “no somos competitivos”-afirmó al ser consultado sobre el particular. A su entender para poder poner un freno al ingreso de estos productos importados que conspiran contra la economía local, Kerchner aseveró “tenemos que ser competitivos.”

El ministro dijo “hemos quedado con una presión fiscal muy alta y con sistemas de transporte muy caro y tenemos que ser competitivos.” Afirmó que el gobierno nacional está trabajando en este sentido. Señaló que si bien la provincia de Mendoza “tapó” la propuesta del nuevo sistema tributario en los vinos, “era muy positivo”.  En este sentido explicó que hay que tener en cuenta que se reduce la presión porque “desaparece prácticamente” el impuesto a los cheques que queda como un pago a cuenta de ganancias; se baja ganancias; se devuelve el IVA de la inversión a los 6 meses y además, se ayuda al pago de un mínimo no imponible de aportes patronales “que permite a las personas que tienen un empleado, hasta 12.000 pesos, no pagar aportes patronales. Me parece que todo este proceso de competitividad, le va a ayudar a toda la Argentina inclusive, obviamente, a Mendoza”- opinó.

Kerchner considera que lo que “nosotros tenemos que hacer” es mejorar la conectividad que tiene que ver con el transporte: el tren, el tema ferroviario, la eficiencia “por eso es tan importante unir el sur con la R40”, tener pasos alternativos y mejorar la infraestructura vial “que es lo que estamos haciendo con vialidad”-acotó y enumeró una serie de obras en las que trabajan las vialidades nacional y provincial.

Finalmente el ministro reiteró “hay que darnos competitividad. El problema es que eso lleva tiempo, con años de programación y años de concreción, cosa que no se tuvo en cuenta en el momento porque no hubo planificación ni mucho menos, ejecución”-concluyó Martín Kerchner.