Para Federico Montero, Director del Observatorio del Sur Global los hechos que se conocieron esta última semana respecto al envío de armas por parte del gobierno de Mauricio Macri a Bolivia revisten de extrema gravedad.

El docente y politólogo explicó a Nacional Calafate que hay tres elementos que se articularon en la acción de la política de persecución de opositores entre 2015 y 2019, no solo en Argentina sino que ahora se empieza a conocer ahora en países vecinos.

“Hay tres elementos para tener en cuenta”, enumeró Montero: “la primera es la tarea de los servicios de inteligencia, la segunda es la articulación con las fuerzas de seguridad enviando elementos para la represión y la tercera es la alineación con la estrategia regional de desestabilización de gobiernos populares y la destrucción de todos los procesos de integración que se habían construido hasta 2015”.

Montero explicó que el apoyo a movimientos desestabilizadores es una característica desde los comienzos de la llegada de Macri al poder. “Recordemos que fue el primer mandatario en reconocer a Michel Temer quien quedo a cargo de la presidencia luego del golpe de estado a Dilma Rousef, fue un sostén importante de Lenín Moreno en Ecuador y además fue el que impulso a Juan Guaidó a autoproclamarse como presidente de Venezuela” afirmó.

“De la mano de Macri se destruyo la Unasur, Argentina entró en el grupo de Lima y transformó el Mercosur en una plataforma de inserción al libre mercado internacional” sentenció el analista.

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