En diálogo con NORTE GRANDE, Eduardo De la Serna, referente del grupo de Curas en Opción por los Pobres, recordó a Carlos Mugica de quien dijo "no era un cura villero". "Que haya trabajado en una villa, como lo hizo hasta el último de sus días, es otra cosa. Él celebraba misa en otros lados también. Era un militante de la vida y un activo que daba charlas en cualquier punto del país. No era solo de la villa", afirmó. También habló de la violencia que generan la desigualdad y la injusticia, el rol de la Iglesia y el Estado y de cómo el problema es "la riqueza y no la pobreza".
De la Serna dijo que en su barrio hay algunos pasajes que son villas y otros asentamientos. "Me imagino que los campesinos de Santiago del Estero no viven en villas y son igual de pobres. Muchas veces el porteño tiene la sensación de que si alguien es pobre, es villero. Ser pobre es malo porque significa no tener acceso a los elementos fundamentales de la vida, es no tener trabajo, comida, salud", dijo.
"Todos imaginamos lo que hubiera sido una vacunación con el gobierno anterior, donde ni siquiera hubo ministerio de salud, pero aún reconocemos que todavía hay puntos en los que no llegan vacunas. Hay sacerdotes en las provincias donde nos dicen que no se vacuna a la gente", lamentó. Sin embargo agregó que "la situación evidentemente ha complicado la vida de la gente, pero en todo el mundo. No es una cuestión de un gobierno tal y cada país ha manejado la pandemia como pudo. En mi barrio, en particular, la gente tiene la sensación de que la están cuidando y que es por un beneficio común".
El sacerdote indicó que "si estoy en equis lugar de Chaco, otro lugar, al no haber tanto contraste entre el que tiene más y el que tiene menos, la pobreza no es tan violenta. La ostentación de la riqueza, el problema es la desigualdad que provoca la injusticia. El problema es la riqueza, no la pobreza. Los criterios políticos tienen que ser en función de los pobres. Frente a la situación complicada que tenemos frente a nosotros, urge la solidaridad. La solidaridad pasa porque otros y otras puedan tener acceso a la vacuna o a un plato de comida; no en irme a vacunar a Miami".
"La acción por los pobres es lo propio por lo que hay que vivir, esa es la elección que hizo Jesús. Si un sacerdote se queda del lado de los ricos y los acomodados, no soy quién para juzgar, pero me parece que hace una lectura errada de la historia. La actitud de los curas debe ser de fraternidad y sororidad con todos y todas, sino estamos completamente al horno. El Evangelio es para los creyentes de la palabra de Dios y yo, como cristiano, debería hacer carne esa palabra. Tratar de hacer mío el proyecto de Dios es muy razonable. Si lo que hago es lo contrario y acomodo el Evangelio a mi propia vida, en ese caso dejó de ser palabra de Dios", afirmó.
Señaló que "a veces algunos sectores de la Iglesia no han sabido comprender que la Iglesia y el Estado son asuntos separados. Es bueno escuchar con atención, pensar y dialogar, pero no acatar una palabra del Papa como si fuese una norma impuesta. Lamentablemente hay muchos lugares, particularmente en el Norte Argentino, donde el cura es patrón de estancia en vez de un hermano de los pobres. Eso hace que muchos se hagan los distraídos y el patrón abuse de 'la chinita' por el solo hecho de ser curas".
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