En el segmento de Trastornos en el Neurodesarrollo que los jueves se emite en Tampoco es para Tanto, la licenciada en psicología Bárbara Ruffini (M.P. 1972) explicó cómo se realiza el proceso de evaluación en relación al neurodesarrollo de niños y niñas.
“Sucede que a veces son los pediatras que notan algo en las consultas, en otras oportunidades desde el jardín es que marcan algunas cuestiones y en otras son las familias que observan algo que en muchos casos se da o por un superávit o déficit en distintos aspectos como puede ser el aprendizaje, el habla o los vínculos, esto significa que habla poco o nada, le cuesta hacer amigos en el jardín o presenta problemas en la conducta”, describió Ruffini.
Por su parte, la licenciada comentó que “la mayoría de las consultas hoy se realizan entre los 3 y los 6 años porque en general lo que sucede es que cuando se escolarizan aparecen las primeras señales, si es que no han sido derivados por pediatras o la familia, a veces, cuando se compara con un hermanito o hermanita u otro niño cercano, y se observa que las cosas que hace son diferentes”.
Bárbara Ruffini explicó que “cuando se hace una primera consulta con la familia, se hace un rescate de la historia del desarrollo y principales hechos familiares de ese niño o niña. Son cosas que no van a surgir en la terapia con la criatura. Después se trabaja con el niño o niña en el consultorio y es importante ir al jardín en donde se observa cómo es la interacción con los pares porque quizás en el consultorio no aparecen mayores complicaciones. En cinco o seis sesiones se puede hacer un informe y plantear cómo se puede continuar: si es algo del lenguaje quizás se deriva con una fonoaudióloga, si es de aprendizaje puede ser que sea derivado a una psicopedagoga y si hay sospecha de algún diagnóstico se puede hacer la evaluación que corresponda según el caso”.