Más del 40% de las escuelas públicas porteñas tiene algún problema de infraestructura, como deficiencias en el sistema eléctrico, falta de aires acondicionados y agua, ventiladores rotos, techos que se caen y salidas de emergencia clausuradas, según el mapa de riesgo elaborado por la multisectorial escolar que conforman docentes, familias, estudiantes y la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE). La semana pasada, en medio de la ola de calor, la Escuela de Educación Media nº 1 Julio Cortázar de la Ciudad de Buenos Aires fue afectada por un corte de luz que dejó al alumnado sin agua y, según el Director de la Institución, “no tuvimos ninguna respuesta de parte del gobierno de la Ciudad”.

Diego Marranti denunció la desinversión y falta de velocidad en la respuesta por parte de la administración de Horacio Rodríguez Larreta; describió la situación que atraviesa el edificio escolar que, como todos, “tiene la necesidad de un constante cuidado y mantenimiento que no se está cumpliendo desde hace más de una década”.

“Los problemas de infraestructura son permanentes en los edificios escolares y es una gran complicación para la continuidad pedagógica y trayectoria diaria de nuestras alumnas y alumnos”, advirtió.

Si bien explicó “todos entendemos que la gran responsabilidad es de la empresa Edesur”, en referencia al corte de luz, consideró que “se podían haber llevado adelante acciones para no perder días de clases” de parte del Ministerio de Educación a cargo de Soledad Acuña.

El docente y directivo planteó "una dicotomía" de parte del gobierno porteño ya que, “por un lado, plantean que la educación es una prioridad y, por el otro, no se prevén medidas como la compra de generadores eléctricos ante estas situaciones”.

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