Luis Bremer charló con Luciana Peker en Dejame que te cuente en relación a los antecedentes y la importancia del movimiento Ni una menos, en su sexto aniversario.
Comentó que el germen del movimiento “fueron las distintas reuniones de mujeres de diferentes ámbitos, del bastardeado periodismo de género, del trabajo por la educación sexual en las escuelas, que un twit de Marcela Ojeda se viralizó y la convirtieron en una marea verde, condujo a un importante cambio cultural”.
“El femicidio de Chiara Páez, que motivó el twit conduce a un fenómeno masivo donde participan entre 500 y 600 mil personas, continuada por la vigilia el año después en pos de la sanción de la legalización del aborto donde concentraron entre 1 y 2 millones de personas en todo el país”.
“Los medios, que siempre le dieron la espalda a la temática de género, esta vez no lo pudieron ocultar, y hoy en casi todos los espacios se debate la problemática de género y los femicidios, sacándolo del marco del tratamiento de tipo policial. En España no existe el término femicidio y en Francia los medios aún se los refiere como crímenes pasionales”.
“La violencia de género es una violencia específica dentro del contexto de la violencia en general, el 20 % de los femicidas se suicidan luego de cometer el delito, cosa que no se da en otras esferas del crimen donde hay muertes”.
“No es sólo la cantidad de femicidios que se cometen, si no la peligrosidad del agresor, la idea que mi mujer es mía o no es de nadie, lo hace capaz de matarse con tal de cumplir con su propósito, la saña con que se efectúan los femicidios denotan un odio particular hacia las mujeres, un odio cultural, cuyos casos se incrementaron en todo el mundo debido a las restricciones operadas para enfrentar la pandemia”.
“En las campañas del Ni una menos o por la legalización del aborto aparecieron figuras públicas de todos los ámbitos con la intención de obtener un rédito en la figuración, y también demostró la independencia del movimiento respecto a las influencias políticas de todo signo”.