El presidente Javier Milei ponderó las reformas económicas implementadas por su gobierno, fustigó a los que pronosticaban que la inflación se iba a disparar durante su gestión y cargó contra los que cuestionan la libertad de expresión en su gobierno.

Durante su gira en España y tras recibir el premio Escuela de Salamanca, Milei dijo que cuando concluya su programa de gobierno "dolarizar y cerrar el Banco Central va a ser tan fácil como un chasquido de dedos" y criticó "el nivel de control soviético del que estábamos inmersos" antes de la reforma fiscal que puso en marcha.

"Argentina debe tener 450 mil millones de dólares de deuda y si los argentinos acompañan hasta 2031 estimamos que podríamos estar creciendo a tasas de entre 6 y 8 por ciento anual y todos los años vamos a devolver un punto del PBI en impuestos, con lo cual -al finalizar el mandato- estaríamos devolviendo a los argentinos la ligera cantidad de 500 mil millones de dólares".

El Presidente remarcó que "no pasó nada de todo lo que dijeron" que iba a pasar y recordó que "hace poco" el Gobierno envió "una de las reformas más revolucionarias con la reparación histórica a los ahorristas argentinos en Argentina".

"Hasta ese día todos éramos culpables de evasión fiscal, salvo que pudiéramos probar lo contrario a partir de esta medida somos todos inocentes hasta que la Agencia de Recaudación muestre lo contrario y esto también es muy interesante porque se revierte la carga de la prueba", sostuvo.

Milei volvió a ponderar la baja de la inflación y adelantó que "es probable que la inflación mayorista (cuando se difunda el próximo martes) arranque con 0".

Aseguró que todo esto se logró "respetando el derecho de propiedad, libertad y sin vulnerar a nadie" y volvió a deplorar la situación del Estado en Argentina, al que calificó como "una organización criminal violenta" y a los impuestos como "un robo".

El primer mandatario señaló que el país descendió en el ranking de libertad de expresión y lo atribuyó al hecho de haber quitado la pauta oficial.

"Le dimos libertad de que hagan lo que se les cante, ahora pueden decir cualquier cosa pero les toqué el órgano más sensible al ser humano: el bolsillo", ironizó.