Las declaraciones del gobernador de la vecina provincia, Gerardo Morales, generaron enojos en el pueblo que aún sigue en la incertidumbre respecto de la reapertura del emprendimiento.

El mandatario jujeño se refirió al cierre al hablar de la posibilidad de vender el Ingenio La Esperanza, ubicado en Jujuy, a un grupo empresario colombiano. Actualmente este ingenio se encuentra en manos de la provincia.

Aunque en principio se entendió que Morales había sido sacado de contexto, en un programa televisivo de su provincia sostuvo la idea al indicar que era necesario “aprovechar” el cierre del Ingenio San Isidro.

Así lo expresaba Morales en diálogo con distintos medios.

Fabián Alderete, abogado de los trabajadores del Ingenio jujeño La Esperanza, recordó que a fines del año pasado Morales decidió despedir a unos 400 trabajadores de esa empresa para bajar la carga laboral a los próximos compradores. Si bien Morales sostuvo que nadie se había quedado sin trabajo, el letrado recordó que son 40 las personas que no trabajan desde su despido, sólo 35 reincorporados, unos 275 que decidieron cobrar la indemnización y están a la espera de jubilarse, y sólo unos cuantos están trabajando en el estado por el salario mínimo y sin estabilidad.