RAE ARGENTINA AL MUNDO

Muere testigo clave en la inconclusa investigación sobre la muerte de Neruda

El chofer y secretario del poeta chileno Pablo Neruda, Manuel Araya Osorio, falleció la tarde del martes (20-06), en Chile, a los 77 años, después de sufrir un accidente cardiovascular el pasado 12 de junio que derivó en un aneurisma, y lo mantuvo una semana en estado crítico, según confirmaron familiares del escritor.
Araya, que murió en la localidad costera de San Antonio, unos 100 kilómetros al norte de Santiago de Chile, fue uno de los últimos testigos clave de la causa que investiga la muerte del Premio Nobel de Literatura y una de las primeras personas que cuestionó la versión oficial que señalaba a un cáncer de próstata como la causa de su muerte.
En 2011 el chofer denunció en una entrevista que Neruda fue víctima de asesinato con una inyección letal el 23 de septiembre de 1973, doce días después del golpe de Estado de Augusto Pinochet que derrocó a su amigo y presidente Salvador Allende y un día antes de exiliarse en México.
“Manuel Araya fue un hombre muy valiente, le costó mucho que creyeran en su denuncia que afortunadamente llegó a buen puerto, de mano de Eduardo Contreras del Partido Comunista quien presentó la primera querella (por la muerte del poeta), y de ahí derivó en la tramitación de este juicio”, expresó a EFE el sobrino del poeta, Rodolfo Reyes, quien es una de las personas que impulsan la investigación actual.
Las declaraciones de Araya, una de las últimas personas en ver con vida al poeta, fueron fundamentales y derivaron en una larga y aún inconclusa investigación que implicó la exhumación de los restos del poeta en 2013 y el peritaje de tres paneles de expertos internacionales –el último reunido este año– para aclarar si la muerte del diplomático y senador comunista se debió a causas naturales o intencionales.
“Neruda era un peligro para Pinochet. Acuérdense de la guerra española y de los refugiados que se llevó en el Winnipeg. A Pinochet no le interesaba que se fuera del país por ningún motivo”, indicó Araya en una rueda de prensa en febrero, cuando los peritos internacionales entregaron sus conclusiones.
En el informe se destaca la presencia de la bacteria hallada en 2017 en los restos del poeta, el “clostridium botulinum”, pero no se revelaron más detalles del estudio porque la causa está en fase de sumario. Sin embargo, la familia, que tuvo acceso al documento por ser querellante en la causa, adelantó un día antes que el documento es una prueba concluyente de que fue “envenenado”.