El actor y humorista Antonio Gasalla, creador de una desopilante galería de personajes y de un personaje en sí mismo, falleció esta mañana a los 84 años como consecuencia de un profundo deterioro de su estado general de salud que comenzó en 2019, cuando fue diagnosticado con demencia senil.

La noticia fue confirmada por la cuenta de la red social X de Multiteatro Comafi, del empresario teatral Carlos Rottemberg, a una semana de que Gasalla fuera dado de alta luego de atravesar diez días de internación en el Sanatorio Otamendi del barrio porteño de Recoleta a causa de un cuadro grave de neumonía.

Además, el intérprete había ingresado a fines de enero al mismo centro asistencial tras sufrir un cuadro de deshidratación severa y una importante baja en los niveles de glóbulos rojos, según informaron en ese momento los periodistas Daniel Gómez Rinaldi y Marcelo Polino, íntimo amigo del intérprete.

Gasalla fue un emergente del café-concert porteño a mediados de la década de 1960, nacido de la necesidad de expresión de algunos artistas fuera de los formatos tradicionales del teatro, como respuesta a una situación social en la que la censura era moneda corriente -plena dictadura de Juan Carlos Onganía-, al tiempo que la juventud se nutría de los Beatles, el hippismo, las películas del cine Lorraine, el "boom" de la literatura latinoamericana, los albores del rock nacional, el pop-art y el Instituto Di Tella.

Fue también una personalidad conflictiva que, si bien se sabía eficaz en lo suyo, no comulgaba con ciertas reglas del "star-system" local, como las aglomeraciones a la salida de los teatros -sobre todo en Mar del Plata-, las agobiantes persecuciones de sus fans y algunas preguntas inoportunas del periodismo.

Había nacido en la localidad de Ramos Mejía el 9 de marzo de 1941 y luego de sus estudios secundarios ingresó a la entonces Escuela Nacional de Arte Dramático (actual Universidad Nacional de las Artes), donde conoció al uruguayo Carlos Perciavalle, con el que estableció una conexión artística explosiva.

Ambos tuvieron su primer gran éxito en 1966 con "Help Valentino", en La Recova, un ínfimo reducto en un primer piso que estaba sobre Libertador frente a lo que era el Ital Park, junto a Edda Díaz y Nora Blay, en lo que se puede decir que fue el nacimiento oficial del café-concert argentino.

Pese al éxito, Gasalla y Perciavalle asistieron a la disolución del grupo y siguieron juntos con shows como "La mandarina a pedal", "Dejate de historias", "Cosaquiemos la cosaquia" y "Yo no... y Ud.?", cuyas canciones y diálogos llegaron a editarse en formato álbum.

Gracias a ese empuje comenzaron a surgir reductos como El Gallo Cojo, La Gallina Embarazada, El Pollito Erótico y la primera Botica del Ángel, que no eran salas teatrales pero se llenaban de gente que iba a presenciar algo inusual; y en los que participaron Cipe Lincovsky, Claudia Lapacó, Niní Marshall, Nacha Guevara, Susana Rinaldi, Enrique Pinti, Marikena Monti, Eduardo Bergara Leumann, Horacio Molina, Les Luthiers, Tita Merello y Jorge Luz, cada uno en su especialidad frente a distintas audiencias.

Ya sin Perciavalle, su asociación con Enrique Pinti -quien le escribía los libretos- lo benefició con una década de éxitos como "Gasalla for export" (1976), "El Maipo es el Maipo y Gasalla es Gasalla" (1979), "Maipo made in Gasalla" (1980), "Maipo 100x100 Gasalla" (1981) y "Pan y circo" (1982), antes de ser uno de los últimos en realizar unipersonales en el desaparecido teatro Odeón.

Entre lo más destacable que hizo en escenarios porteños y de Mar del Plata se encuentra "Más respeto que soy tu madre" (2009-2013), mientras que en el cine tenía pequeños antecedentes como "Clínica con música" y "Un viaje de locos", dos comedias "picarescas" en las que aparecía también Perciavalle, pero en "La tregua" (1974), de Sergio Renán, aportó un personaje de peso temático -no se hablaba de su homosexualidad pero se entendía-, y en 1985 creó a la inolvidable Mamá Cora para "Esperando la carroza", de Alejandro Doria, que tuvo vigencia hasta sus últimas intervenciones en los programas televisivos de Susana Giménez.

Si bien ya tenía experiencias en TV, en 1990 muchos tenían dudas de su adaptación al formato, pero se largó con "El mundo de Gasalla", por la ex ATC, donde reunió a figuras como Norma Pons, Verónica Llinás, Claudio Giudice y el malogrado Carlos Parrilla, y el éxito no se hizo esperar.

Con otros títulos como "El palacio de la risa" o "Gasalla en libertad", en los que agregó talentos como Roberto Carnaghi, Nelly Lainez, Humberto Tortonese, Alejandro Urdapilleta, Atilio Veronelli y Jorgelina Aruzzi, logró meterse al público en el bolsillo y crear roles que hicieron historia y le proporcionaron numerosos premios.

Además de Mamá Cora, que pasó a llamarse "La abuela" por cuestiones de derechos, dio vida a la trémula Soledad Solari, a la desaforada Empleada Pública, a la Traductora para Hipoacúsicos, a "la Nena", a la multimillonaria que cambiaba de rostro por sus operaciones estéticas, a la malvada anciana en silla de ruedas, a la maestra Noelia, a la enfermera Francisca y a muchos otros personajes, mayormente femeninos, a los que les aportaba el alma necesaria para no encasillarlos en el trabajo de un actor travestido.

En 1989 ganó su primer Premio Martín Fierro, en 2004 su segundo y en 1995 el Martín Fierro de Oro, además de infinidad de distinciones tanto en la Argentina como en Uruguay, entre ellos el Konex de Platino como humorista de TV y actor de variedades.

Ya como figura indiscutible donde fuera, en 2000 abandonó la TV como figura principal y realizó presentaciones por salas de todo el país; actuó en el teatro Nogaró de Punta del Este con la uruguaya Laura Sánchez, hizo espectáculos marplatenses junto a Nito Artaza y Luciana Salazar y en 2008 encabezó el elenco de la revista "Maipo siempre Maipo", a raíz de los cien años de la sala, con Claudia Fernández y Ximena Capristo.

Tuvo una vuelta al cine con "Almejas y mejillones" (2000), con Leticia Brédice y Jorge Sanz, una coproducción con España dirigida por Marcos Carnevale, y en 2010 descolló con un papel dramático en "Dos hermanos", de Daniel Burman, junto a Graciela Borges.

A fines de 2019 presentó su show "Gasalla", junto a Maximiliano de la Cruz y Marcelo Polino, entre otras figuras, pero sus problemas de salud y la menguada venta de tickets determinaron precipitadamente el fin de su temporada.