Jorge Horacio Zorreguieta, el padre de la reina Máxima de Holanda que falleció en Buenos Aires a los 89 años, fue un activo empresario y dirigente rural durante gran parte de su vida, pero fue su paso por el gabinete económico de la última dictadura lo que le dio gran visibilidad.
Advertida del rápido deterioro de la salud de su padre, quien padecía cáncer, Máxima estuvo de visita en Buenos Aires el fin de semana pasado para visitarlo en una clínica en el barrio de Recoleta.
Por su desempeño como subsecretario de Agricultura entre 1976 y 1979, y luego como secretario de Agricultura y Ganadería hasta 1981, el Estado holandés le negó, en febrero de 2002, la invitación a la boda de su hija con el entonces príncipe heredero Guillermo Alejandro de Orange–Nassau, que la convertiría once años más tarde en soberana consorte.
Un informe especialmente solicitado por el gobierno de los Países Bajos indicó que Zorreguieta había tenido "una posición alta" en el gobierno de entonces y "no podía ignorar lo que ocurría en el país", en una referencia a las sistemáticas violaciones a los derechos humanos en ese período.
"En posiciones altas, callarse es cada vez menos aceptable. Por la responsabilidad y el cargo que tenía", dijo el historiador Michiel Baud, en su dossier publicado como titulado "El padre de la novia", que saldó el revuelo que generaba en la opinión pública holandesa su eventual presencia en los fastos.
La prohibición para ingresar en el territorio del que su quinta hija, Máxima, es reina, tuvo como única excepción el bautizo de su primera nieta, Alexia, hoy princesa de Orange.
Máxima tenía sólo seis años cuando su padre ingresó al gabinete del ministro José Alfredo Martinez de Hoz catapultado desde su cargo de secretario director de la Sociedad Rural Argentina, que ejercía desde 1975.
Integrante de una familia propietaria de tierras en la zona de Larroque, en Entre Rios, había integrado diversas organizaciones empresariales del agro como Confederaciones Rurales Argentinas y la Comisión Coordinadora de Entidades Agropecuarias, además de la Rural.
Tambien fue tesorero de la liberal Acción Coordinadora de las Instituciones Empresarias Libres (ACIEL), y en 1976 integró la Asamblea Gremial Empresaria (APEGE), donde confluyeron sectores empresarios partidarios del golpe en ciernes.
Padre de siete hijos, las tres primeras de su primer matrimonio con la escritora y filósofa Marta López Gil –María, Angeles y Dolores-, Máxima fue la primera de su segundo matrimonio, con María del Carmen Cerruti Carricart, del que también nacieron Martín, Juan e Inés.
Zorreguieta fue miembro del IPC (International Policy Council for Agriculture, Food and Trade: Consejo de Políticas Internacionales para la Agricultura, la Alimentación y el Comercio), con sede en Washington (Estados Unidos), que tiene la función de debatir las políticas agrarias y comerciales del mundo, y en 2008 fue electo presidente del Centro Azucarero Argentino (CAA), mientras integraba la COPAL (Coordinadora de la Industria de Productos Alimenticios).
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